A cuarenta años de Odisea del Espacio y siete del 2001, me encuentro en la oficina. A través de Dezeer.com escucho música y al mismo tiempo que tengo varias pestañas de Firefox abiertas, varias ventanas de Word y del MSN, se me ocurre abrir el Photoshop y ocurre que, al momento que se está cargando el programa, la canción que estaba escuchando comienza a tartamudear, como lo hacía la voz electrónica del automóvil de mi madre, un LeBaron, cuando hacía mucho frío en aquellas mañanas que nos llevaba a la primaria. "Una... puerta... está... abierta...", nos decía, con voz de borracho, rota. A todos nos daba risa, las puertas cerradas. ¿Sueñan las computadoras con ovejas electrónicas? ¿Les dolerá perder programas? ¿Tiene uno la obligación moral de amar los aparatos que nos dan signos de cariños? Le doy un abrazo a mi monitor y salgo por un café, que comienzan a dejarme los hilos de mis pensamientos. Al momento que me retire, cuando yo no esté aquí, ¿dirá la Mac: I am putting myself to the fullest possible use, which is all I think that any conscious entity can ever hope to do?
Friday, December 05, 2008
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7 comments:
el otro día leí esta frase de algún computólogo, "qué pasará el día que una computadora pase la prueba de turing? tendremos derecho a apagarla? tendremos que discutir esto con ella?"
Memo pero es "LeBaron".
Ah, sí. Como la agrupación indie. ¿Tú eres indie?
No sé de esas bandas.
Yes, he does. que no te engañe! G.
si tu mac soñara...
buena entrada, llermo. nosotros teníamos un dart, que no hablaba, pero se le rompió no sé qué y todo el tiempo sonaba como si una puerta estuviera abierta. ting, ting, ting, ting. era tan molesto... ¿cómo hacerle entender al maldito coche que todas las puertas estaban cerradas?
Yo siempre quise que los coches de mis papás hablaran, era como lo más chic que podía haber en tecnología en los 90´s, así como lo más cool era que te recogieran de la escuela en una Silhouette, la minivan que había venido del futuro.
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