Bobby Fischer, el "fenómeno" del ajedrez, nos dice: "Se juegan partidas de ajedrez en todas partes. En bancos y mesas de parques públicos, en Clubs de ajedrez, en Clubs deportivos juveniles, en escuelas secundarias, en los regimientos, en las prisiones. Hasta por correo. Estoy cierto que usted no encontrará dificultades para encontrar un compañero y jugar una partida. Yo sólo espero que este libro le sirva para disfrutar de este maravillos juego".
¿No terminó Fischer loco? Es igual. ¿No adoran ese optimismo con el que nos dice que uno seguramente no encontrará dificultades para encontrar con quién jugar?
Creo que estoy escribiendo esto sólo para cambiar de tono a la bitácora. Mi anécdota de ajedrez favorita: la mujer de Duchamp, celosa de la afición de éste, de esa obsesión con el juego, un día, cuando Duchamp dormía, se levantó de la cama, se acercó al tablero de Duchamp y pegó todas las piezas con resistol.
4 comments:
yo hubiera hecho lo mismo... y luego lo hubiera colgado en una pared de alguna galería y hubiera dicho "esto es arte".
la palabra 'resistol' queda muy bien con el tono de la bitácora
- Wey, creo que Memo Núñez es un genio del ajedrez -dije.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Acaba de aprender a jugar y me ganó. Bueno, no soy muy bueno, pero acaba de aprender a jugar.
- ¿Hace cuanto?
- Hace tres días.
- Ha estado jugando, te ganó, tú no eres demasiado bueno. ¿Qué tiene de raro?
- Wey, no mames, lleva tres días.
- ¿Y?
- Yo me tardé años en aprender a jugar. Al principio cuando empecé no podía concentrarme, movía las piezas de modos tontos como mover el peón de una de las torres varios espacios para liberar a la torre...
- ¿Cuántos años tenías?
- Siete. Pero... ah... ya. Entonces, tal vez. A nuestra edad... sí, ya.
jajajajja
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