Tuesday, November 18, 2008

Aburrirme a mí mismo

El otro día vi dentro de los ojos de mi perra Refu y vi que no comprendía nada. Fue reconfortante. Leo esto, a lo que llegué a través del blog de Letras Libres. Aún no lo termino pero a la mitad me distraigo y comienzo a pensar en todas las veces que he comenzado a hablar y dejo de hacerlo pues me aburro a mí mismo. Esto no es algo que me pasaba antes: hablaba menos que ahora, es verdad, pero también pasaba que al hablar, cosa que ya no pasa, me iba comprendiendo y aclarando a mí mismo. Ahora todo lo que digo -pues últimamente, en el trabajo, me he visto en la extraña situación de tener que opinar- de algún modo ya lo había dicho o pensado de tal modo que al enunciarlo en voz alta me resulta gastado y bobo. Escribir, en cambio, me resulta más fácil: conforme redacto siento que voy aclarando una senda, descubriendo un nuevo camino. Y eso me gusta, es reconfortante esa sensación de avanzar. La lectura también es así, incluso mejor; avanzar de la mano de alguien en quien confiamos. La experiencia de haber jugado Fallout 3 también fue así -¿han jugado eso? Quizá no es como ir de la mano de alguien, sino guiado por un perro para ciegos. El juego está en Xbox y creo que en PS3. Fallout 3: El mundo después de una catástrofe nuclear. Imaginen Calabozos y Dragones pero visto o envuelto en The Road, de McCarthy. Pero con zombies, mutantes y punks a la Mad Max. Excepto que no todo el tiempo hay zombies ni cucarachas o arañas o escorpiones gigantes, ni punks a la Max Max. Muchas veces sólo hay un largo camino. A la distancia -pues está ubicado en Washington D.C.- el capitolio destruido, el monumento a Washington, también. Museos de tecnología e historia, abandonados. Colchones y camastros en campamentos improvisados debajo de carreteras elevadas. Supermercados con algunas latas oxidadas, detergentes, y un mundo que funciona a través de la violencia y el trueque. Es un gran juego, adictivo y ambicioso. Una reseña, acá.


Uno puede jugarlo como un matón pero también uno puede jugarlo como si llevara una vida tranquila -hay la posibilidad de hacer de chozas o cloacas o cuevas el nuevo hogar de uno, en este nuevo mundo apocalíptico. Y ahora que llego a este punto, me doy cuenta de que no tengo a dónde más ir, con esta pequeña, inocente entrada a mi bitácora electrónica, que usted ya conoce y se llama Cetrería. Siento que me voy a desbaratar. A veces ustedes, todos ustedes, son agotadores.

9 comments:

Hitlercito said...

lo que te agotaba era ese fondo negro

Douglas said...

imagínate si refu te hubiera dicho:

memo, muchas veces no importa lo que digas sino como lo digas

guau, guau!

Guillermo Núñez said...

Hace tiempo que Refu ya no me habla.

José Luis Leyva said...

Los pinches videojuegos. Me lo voy a comprar, me acompañan también.

Oscar said...

Qué post tan aburrido.

Adriana Degetau said...

hi park

Guillermo Núñez said...

José, es la gran cosa, cómpralo. Pero no saldrás de casa, es lo malo.
Park, hola.
Barbas, te extraño.

Mario Gensollen said...

¡Maldito vicioso!

Douglas said...

yo nunca tengo tiempo de aburrirme, pero porsiaca,

hay versión porno?