Wednesday, July 06, 2011

Miércoles

Me despierto tarde pero con suficiente tiempo para llegar al trabajo a buena hora. En la regadera pienso en que soñé con ella pero en que no puedo recordar con exactitud lo que soñé y que no es lo suficientemente interesante como para escribir una historia a partir del sueño. También, me acaricio el pie, el tobillo, que sigue adolorido. Me visto -un pantalón de pana, el mismo que usé ayer, y una camisa limpia, morada, un suéter negro- y tiendo la cama. Por un momento considero usar los mismos tenis que ayer pero pienso que, por el tobillo, lo mejor sería usar algo con mayor soporte. Entre tanto, O. sale de su habitación y entra al baño: "O.", le digo, "estás aquí". "Aquí sigo, por ahora", me contesta. Antes de salir, alcanzo a leer una entrada del diario de Pessoa donde describe su día, su visita a una imprenta donde revisa las pruebas de un artículo que deben recortar para que pueda entrar en la publicación. A Pessoa, escribe, le parece bien. Salgo al trabajo, no sin abrir el refrigerador para descubrir que no hay comida apta para ser desayunada. Le recuerdo a O. que apague el boiler y bajo a la calle. Me encuentro con una vecina a quien no conocía, una señora que sale del más misterioso de los departamentos que se encuentran en el edificio donde vivo. Nos saludamos, se escurre dentro del departamento. En el OXXO compro un yoghurt para beber. Camino al trabajo, cerca de un centro deportivo, me compro un jugo de naranja que me tomo mientras espero a que se ponga el alto en la avenida. Más tarde, compro un café y lo coloco junto a la computadora, sobre el escritorio, frente al que ya me encuentro y donde continuaré hasta que dé la hora de la comida. Regresaré a casa, comeré, regresaré a la oficina y trabajaré hasta que den las siete, quizá un poco más tarde, dependiendo de los pendientes, como el que me ocupará apenas termine de escribir esto, revisar y editar el texto sobre la obra de Ignacio Uriarte que estaba trabajando anoche y que lidia, precisamente, con las pequeñas, rídiculas pero autónomas actividades del oficinista ineficiente.

No comments: