Wednesday, July 20, 2011

Miércoles

Después de comer me ocupé de asuntos relacionados con mis obligaciones fiscales. Cuando terminé estuve a punto de adelantar trabajo desde la computadora que tengo en casa. Me contuve, alarmado, al tanto de lo que estaba haciendo. En su lugar abrí de nuevo el diario del joven Pessoa y leí un poco más. Leí sobre sus actividades diarias, me impresionó especialmente la resolución que, un día, tuvo: leer dos libros diarios, uno sobre literatura o poesía, otro sobre ciencia o filosofía. Cada entrada que leo del diario de Pessoa es una especie de jaculatoria que me dedico antes de volver al trabajo.

1 comment:

Lorena said...

yo leo en el desayuno