Tuesday, February 27, 2007

Últimamente la UNAM

Podría ser irónico y presentar una de las, creo, incontables conversaciones que he sostenido cuyo centro telúrico es la burocracia que rodea los procesos para distintas cosas que son necesarias para que una persona pueda mantenerse dentro de la UNAM, como estudiante. Pero la cosa con estos procesos burocráticos es que se encuentran rodeados de una nebulosa de magma imposible de asir por el conocimiento, una nube de olvido en la que uno entra apenas pisa el suelo de la Universidad Nacional, misma que recorremos a diario con fatiga, como si estuviéramos en una carreterea asediada por un sol de justicia. Cada que salgo de la UNAM lo hago azorado, lleno de pendientes imposibles, la conciencia de que hay algo que debe hacerse, llenar una forma, no llenar una forma, llevar un papel pero no el otro para poder, finalmente, llenar una forma que necesitamos para poder adquirir un documento que podemos o no certificar en una oscura oficina atendida por personas igualmente azoradas, embutidas en sus propios intereses que, por supuesto, no son los nuestros, ni los de nadie, sino los de un Todos que no existe pero que parece dormir eternamente dentro de un cajón lleno de papeles que ya nadie jamás abrirá pues son los necesarios. Sello de Aprobado lo quiera, en un año y medio me titularé de maestro en burocracia y documentación.

4 comments:

charp said...

Mal.

El Justo Medio said...

jejeje, qué chistoso, 'personas embutidas'

je

Anonymous said...

bien. me gustó.

Mariana said...

sí, odio la burocracia de la unam, cuando quieres entrar es como si fueras un ratoncillo blanco de laboratorio en un laberinto. nadie sabe la salida y si la saben, por supuesto, no te la dirán.