Wednesday, December 23, 2009

Feliz navidad

No hay una razón particular por la cual ahora deba ponerme a contarles esto, ahí les va, sin embargo; paren oreja. El otro día manejaba a casa y me subí a un distribuidor vial que fue construido a modo, digamos, de parche, con una planeación, digamos, de muy en el ahora y el aquí; así la cosas, desde este camino uno puede ver dentro de edificios de departamentos que se han visto obligados ahora a sacarle más provecho a sus cortinas. Como a la mitad del camino vi que un motociclista se había detenido, era de noche y llevaba una chamarra negra, pantalones negros, casco negro y motocicleta negra. Estaba allí, pegado a uno de los extremos laterales del distribuidor, de pie, el motor aún en marcha. Lo pasé de largo y ya que lo iba dejando atrás concluí que el motociclista se había detenido no por un desperfecto ni para atender una llamada, sino porque estaba viendo algo -estaba viendo, en efecto, hacia lo que estaba más allá del distribuidor, un hotel de paso cuyas ventanas daban ahora al distribuidor vial. No pensé de inmediato que estaba intentando ver dentro de una de las habitaciones, ni imaginé qué es lo que podía o quería ver, pero sí pensé que quizá -es muy extraño esto- era un detective en una misión, un detective privado a quien se le había encargado vigilar a un hombre de negocios o a una mujer y que la pista lo había conducido a ingeniárselas para ver, o intentar ver, dentro de una habitación, desde un distribuidor vial. Después pensé, nomás, que era un pinche cochino pero no dejó de sorprenderme que funcionara así mi mente.

2 comments:

David Miklos said...

Para cerrar el año, no me queda más que decir: Ay, Memo©. Esta es una clásica entrada que llama a la aymemez. Así las cosas, feliz Navidad. Y que beban los peces en el río.

Ochoa said...

yo te mandé un mensaje, a tu celular, que decía más o menos así: "Feliz Navidad, chicharroun. Te mando abrazous navideños". Luego recordé que te lo habían robado, en un taxi, en Monterrey. Muchas felicidades, Memou. Te quiero, no lo olvides.