Acabo de leer la última actualización de la bitácora electrónica de Héctor Zagal, misma que leo, sospecho, más porque lo considero un buen amigo y una buena persona a porque disfrute especialmente de su prosa. Creo, también, que es una de las únicas razones por las que las personas leen las bitácoras electrónicas de sus amigos. O por la misma razón que nos interesa leer los diarios de los demás --una razón que en algunos, a menudo, se deforma en morbo y otras formas de curiosidad malsana. Pero sólo en algunos. No quiero ahondar en esto. Debo decir, sí, que me impresionó un poco, por aquello de la obsesión con las obsesiones, que escribiera sobre la memoria, el pasado, el olvido a través de la repostería.
Anoche terminé de leer la primera parte de A la búsqueda del tiempo perdido, en su versión de novela ilustrada, una de las novedades de Sexto Piso --una editorial que hay días me alegra y me dice que existe una bondad desbordante en las personas y un fin y un sentido, editorial misma que, a días, me hace desear ser un pez que viva en el fondo del mar. La disfruté. Jamás he abierto la novela de Proust, en su versión normal, como ya había dicho. Ahora pienso hacerlo. En este sentido, creo que la novela ilustrada cumple su cometido. También: soy un cursi. Es decir, aunque sospecho que ya no compraré los once tomos restantes (soy muy delgados, un poco caros, algunos no vienen bien pegados y se crean burbujas en la carátula que, a pesar de todo, es bella), me temo que si los fuera a comprar lo haría para regalarlos a mis sobrinos. O a mis hijos. No sé, a alguien pequeño, que disfrute los colores pero no entienda las letras --que, debo decir, a momentos soy demasiados los cuadros saturados de letras, un poco raro para un cómic. Mi padre hizo esto, con sus cómics de Astérix y Obélix. Luego, me compró la colección completa cuando los vendían en Samborns. Igual los de Tintín. Esa fue mi entrada a los cómics. Editorial Vid todavía no vendía los de Superman, Batman ni Spiderman. Vendían Archie. Y fuera de eso, creo que sólo había algunos de la Familia Burrón, de Condorito y Memín Pingüín, de los que, creo, jamás he leído uno completo a la fecha. También: libros vaqueros. Que tampoco compraba.
Creo que escribo esto porque precisamente anoche, después de que yo había leído unas treinta páginas de la novela gráfica, escuché a un par de amigos quejarse, pero quejarse en serio, de esa mamada que había sacado Sexto Piso. A mí sí me gustó. Se los dije. Cambiamos de tema. Pero me quedé con ganas de seguir diciendo cosas. Así que bien: La disfruté dentro de lo que puede disfrutarse. De hecho, hubo un momento en que me frustré porque sólo tenían publicado esta primera entrega. No sé si le llega o no a la experiencia que uno tiene cuando lee A la búsqueda... porque no he leído nada de ella. Tal vez mis amigos ya la leyeron y por eso se quejaron. Tal vez estos cómics están dirigidos precisamente a tontitos como yo. Por otro lado, no se trata de un cómic tan divertido como los de Astérix o los de Tintín (a no ser, de este último, al parecido que tiene, a veces, con Las joyas de la Castafiore o El cetro de Ottokar, que no son así que digamos "divertidos"). Ciertamente no es tan emocionante y violento como esa gran cosa que es Sin City. Pero es un buen librito.
Debo decir que no soy un buen lector de cómics. Sé muy poco. Me gustaba Fox Trot, Calvin & Hobbes (tal vez mi favorito), algunos de Mafalda, The Far Side y recientemente The Perry Bible Fellowship. Y, por supuesto, lo que hace Chris Ware. En fin. Eso es todo. Prometo que la próxima vez que tenga algo que decirle a mis amigos se los diré a ellos.
10 comments:
La verdad a mi también me parece una mamada lo de "En busca del Tiempo Perdido".
Mafalda es muy buena, en especial con su asco a la sopa. VIVA LA VERDAD de los comics
Sí Rodrigo, pero eso sólo porque tú ya leíste la novela. Lo cual está bien: entiendo que para personas como tú, trivializan la gran obra de Proust. Pero habemos quienes necesitamos que estas cosas nos las den masticaditas, sólo así nos sentimos capaces de acercarnos, poco a poco, a la obra.
La publicación de Sexto Piso es un gran intento por acercar la cultura a los pequeños. O a los mensos y flojos como yo. Y pequeños. Eso está muy bien. Vamos, no sean fundamentalistas de la cultura.
Totalmente.
Bien hecho kid
Yo digo que mejor leas los cómics de Milo Manara. O bien, si te obsesiona Proust, How Proust Can Change Your Life, de Alain de Botton. Pero creo que Milo Manara te obsesionaría más. Mucha buena fruta allí.
Para no ser un "fundamentalista de la cultura" porque no representar Doctor Fausto con los muppets.
hola memo, a mí me gusta tu prosa
Las novelas gráficas son buena opción, debería haber más.
Yo aprendí a leer con Mafalda a los tres años, al parecer a mi madre le urgía que me enterara de la verdad del mundo.
También soy fan de Calvin y Hobbes.
Saludos!
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