Tuesday, February 17, 2009

Dientes perfectos


Por la mañana retomé The Sportswriter de Richard Ford, lectura para la cual no he tenido otra opción que abordar con interrupciones. En el autobús, por la mañana, di con el siguiente intercambio, entre Frank Banscombe y una de sus antiguas novias:

"You look great."
"Do I?"
"Darn right. You're prettier than ever. A whole lot prettier."
"Well, I had my nose fixed after I married Spencer. He hated my old one. I'm glad you like it".
"Where is Spencer?"
"Oh, Spencer. I divorced him. He was a crumb, you know." (I did know.) "I've lived here ten years now, Frank. I'm married to a nice man who's a dentist. We have children with perfect teeth".

En ocasiones fantaseo que, en el futuro, en un país extranjero, me topo con alguna ex novia. Cómo sería si alguna de ellas decidiera contactarme pasadas las décadas o si, en cambio, yo decidiera hacerlo, buscar a alguna impulsado por un motor de idiota alegría o de búsqueda personal. Lo curioso es que me lo planteo como si fueran ahora personas totalmente ajenas a mí, cosa que, en realidad, no son. Son más bien abstractas. Como si la cosa no fuera con ellas. Pero decir que son ajenas sería una bondadosa exageración. Aún así, poco de lo que decidimos brindar a personas que están en nuestro pasado tienen que ver con ellas. Ante la realización de que no hay nadie más como uno en un momento peculiar de nuestra vida o ante la realización de que, peor, más de una persona es semejante a nosotros cuando no debería ser así -¡somos únicos!, gritamos con desesperación- Ford propone un curioso antídoto: "Calling up an old lover or husband can be the perfect antidote. They always remind you of where you've been and where you think you are going".
¿Le escribiré a cada una de mis ex novias para contarles que en Metrobús, mientras leía a Ford, un hombre hablaba con orgullo sobre su hijo con unas veinteañeras y les presumía que era actor y que en tal telenovela había sido hijo de Maribel Guardia y que se parece a Luis Miguel? ¿Ofreceré este pequeño pedazo de cotidianeidad? No, no lo haré. Haré otra cosa.

7 comments:

dm said...

Sales bien mal en esa foto. Ay, Memo©.

Adriana Degetau said...

por eso luego Dios te pone otro tipo de relaciones, como los hermanos o la amistad, que están ahí y ahí y ahí a través de los años años años.

Guillermo Núñez said...

Parqui: Bendito Dios.

Enrique G de la G said...

Cfr. "High Fidelity"

Ochoa said...

de Eliot:

Although we were not. I was still the same,
Knowing myself yet being someone other—

Mariana said...

hmmmchis. llermo, si nosotros tuviéramos hijos lo único perfecto que tendrían serían los vellos. encantador, ¿no te parece?

besos muchos.

Guillermo Núñez said...

Velludos, nalgones y narizones. Serían perfectos.