Sunday, September 05, 2010

Entrada 1408

Antes de casarse, Emma había creído estar enamorada; pero como la felicidad que esperaba de aquel amor no había hecho su aparición, pensó que se habría equivocado. Y se preguntaba intrigada qué es lo que había que entender concretamente en la vida por palabras como dicha, pasión y ebriedad que le habían parecido tan maravillosas en los libros.

En cierto modo fue intrascendente, como la mayoría de las cosas lo son. Por otro lado, debo decir que no he dejado de pensar en ello.

El cuerpo humano.

El incendio que se había desatado en los sótanos de su alma había quedado extinguido.

Hacía mucho que había encontrado un hueco en su interior, siempre el mismo. Instalado allí, generaba en él una angustiosa repugnancia. La vida desgasta. El gote continuo acaba minando incluso la piedra.

...pero es desgraciadamente cierto que me siento en la vida como en un hotel y sé que tarde o temprano tendré que dejar mi habitación.

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