Sunday, August 17, 2008

Talking Heads

Un domingo no muy distinto a este, con menos truenos y menos lluvia, me dispuse a ver una película en un canal de la televisión en el que sólo pasan películas y series viejas. La película se llamaba The Brain that Wouldn't Die o El cerebro que no moría. En IMDB resumen la trama así: "Un doctor experimentando con técnicas de transplante mantiene la cabeza de su novia viva después de que fue decapitada en un accidente automovilístico". Recuerdo que no terminé de verla, era muy lenta, pero sí recuerdo que gran parte del asunto giraba en torno al modo en que este Frankenstein moderno buscaba nuevos cuerpos para su novia y cómo algunos experimentos anteriores habían fallado. En una escena el doctor asistía a un concurso de belleza -buscando cuerpos- y en otra -y sólo las menciono porque son de las memorables- la cabeza de la novia descubre que tiene un poder psíquico, como E.T. con Elliot, a través del cual puede dirigir a uno de los "experimentos fallidos" (un ser monstruoso que, en una escena que debió ser bastante violenta para el público de 1962, le arranca el brazo al ayudante del doctor).
Creo que una de las razones por las que me interesó aquella película fue la escena de la cabeza de la novia descansando sobre una mesa de quirófano, que de algún modo ya estaba impresa en mi mente -en mi cabeza- no sólo por las parodias que se han hecho de la misma -la que más recuerdo, y que vi antes de The Brain That Wouldn't Die es la de esa gran obra del pastiche que es Mars Attacks! de Tim Burton en la que no sólo se recrea la escena de la cabeza descansando sobre una bandeja -a la Juan Bautista- sino que además se muestran las aberraciones de los experimentos de los simpáticos marcianos de Burton (al final de la película colocan la cabeza de la víctima, interpretada por una chillona Sarah Jessica Parker, sobre su chihuahueño).Este domingo, de lluvias y truenos, me encuentro saliendo del cine con la cabeza en otra parte. Fui a ver la nueva película de los X-Files. Que por supuesto no sólo es la más lograda ñoñada de la década de los noventa, sino que también es el auténtico heredero de series como The Twilight Zone, Outer Limits, Amazing Stories y otras. Lo cual, por supuesto, equivale a decir que es la serie que mantuvo, sutilmente, viva la tradición de cuentistas como Poe y Lovecraft. La película, que creo que sólo vale la pena si son fans, habla de lo que uno está dispuesto a hacer por amor y el momento en que esas decisiones rayan en la obsesión. Lectura sugerida: cualquiera de los cuentos de Lovecraft sobre otro Frankenstein moderno, su Herbert West, el "reanimador". Especialmente The Horror From The Shadows.

5 comments:

David Miklos said...

Larga vida a Mulder y, sobre todo, a Scully. Ay, Memo©. ¿Conoces la canción de Catatonia, "Mulder and Scully"? Te la pasaría pero, claro, me la robaron. Es muy buena.

Gabriela/undies said...

No me gustó la película de X files, fue como CSI meets X files meets Grey´s Anatomy (ya sabes, por eso de la tensión sexual y relación entre Mulder y Scully).

Guillermo Núñez said...

Tomo nota.

Nena said...

Gran fiesta la de un dìa antes de que tu vieras la tele y Mariana muriera de intoxicación...jeje.

Saludos desde el walkiblog...

Nena said...

Y si, a mì tampoco me gustò la pelìcula de los X files, me chocò de hecho, me aburriò y me pareciò un capìtulo de C.S.I incrèdulo...muera esa peli chafa!