Thursday, March 04, 2010

Aguijón

Leí hace unos días en El marcapáginas de Krzyzanowski esto:

"Ustedes dicen que no hay, pero mi cerebro está acribillado por los temas. Las palabras son como las avispas. Me pican en sueños, en la realidad, en cada ventana, en cada ojo, suceso, cosa. Y cada tema, incluso el más pequeño, tiene preparado su aguijón".

Hoy empecé La idea fija de Valèry en el camión, rumbo al trabajo, y recordé aquello, precisamente por lo del aguijón, cuando leí esto:

"¿Hay algo más inventivo que una idea encarnada y emponzoñada cuyo aguijón empuja la vida contra la vida fuera de la vida? Retoca y reanima sin cesar todas las inagotables escenas y fábulas de la esperanza y la desesperación, con precisión siempre creciente que supera sobradamente la precisión finita de toda realidad.".

El otro día le trataba de explicar a una amiga cómo es eso de aburrirse, pues me decía que a ella nunca le pasaba pues le gustaba pensar. Me fui por una rama kierkegaardiana, heideggeriana, de hueva sobre cómo el aburrimiento "conducía" a la angustia y a la conciencia de la muerte y la soledad y la enfermedad mortal. Dije esto para no decir que a veces, sencillamente, no me sentía entretenido. Prendía la televisión, cambiaba de canal; abría un libro, lo cerraba, abría otro. Aclaré, incluso, que no me refería a ese tipo de aburrimiento, donde falta el entretenimiento (pues, en el fondo, también quería decir que a mí también me gustaba pensar -de algún modo aún albergo la noción, tonta y simplista, de que cuando uno está entretenido no piensa- pero ahora me percato, claro, que a pesar de este gusto por el pensar -ese arduo trabajo que significa "no hacer nada", uno se aburre).
Pensaba en algo que escribí acá a partir de la definición que da el diccionario del aburrimiento, sin saber muy bien qué quería decir, a saber: "Si no fuera por la sexta cláusula del verbo aburrir ("Sufrir un estado de ánimo producido por falta de estímulos...") hubiera añadido que es difícil imaginar que existe aburrimiento en la concentración."
Sigo pensando que es difícil imaginar esto. Pero también, ahora veo que a veces cuando digo que estoy aburrido quiero decir que estoy preocupado.
En otras noticias: ya van dos días seguidos que me levanto a las cuatro de la mañana sin razón alguna. Concilio el sueño de inmediato.

5 comments:

Ochoa said...

Aquí a mis espaldas tenemos que llevo dos horas sin messenger. Resulta que no me aburro, trabajo.

Ochoa said...

¡Ah!, y esto: hombre que explica

Guillermo Núñez said...

Tranquila, eh, que tú las explicaciones me las pediste.

Enrique G de la G said...

Esto me pareció bastante aburrido, que ni lo terminé de leer, pero igual a ti te interesa más:

http://www.philosophynow.org/issue77/77bisset.htm

Guillermo Núñez said...

¿Gracias?
También lo leí saltándome partes. Me sorprendió descubrir al final lo de The West Wing, también la vi a causa de lo que consideraba aburrimiento. Sofía escribió sobre la televisión y el aburrimiento en su blog, por cierto.
Concluyamos que hay varios tipos de aburrimiento.