Anoche empecé a leer el libro de Murakami donde relata sus memorias e impresiones sobre correr, What I Talk About When I Talk About Running. En el blog de Mauricio Salvador hay algunas entradas sobre lo mismo (correr): por ejemplo esta o esta recomendación. Hoy en el NYT hablan sobre la Sensecam, una cámara con accelerómetro en la cual pueden registrarse entradas a modo de bitácora visual, y de cuyas aplicaciones médicas pueden leer acá. Me gusta mucho el título del artículo: "A Little Black Box for Failing Memory" pues me recuerda el cuaderno de ejercicios en el que desde 2008 o 2007 he anotado las vagas impresiones y memorias que he tenido las veces que, desde entonces, he realizado algún tipo de ejercicio (físico), y que muy probablemente empecé -el registro, al menos (todas las veces que he iniciado un año corriendo se debe, en cambio, a una especie de culpa, a la idea de que sí, finalmente, haré de mi vida algo bueno, algo sujeto a un régimen)- empecé, digo, por haber leído El bosque y la ciudad, de Manjarrez. En mi cuaderno anoto cuántas vueltas le di al circuito de Viveros (hoy fue la primera vez que le di dos, pues soy, aún, un gordo) o, de haber usado la elíptica, cuánto tiempo estuve sobre ella, cuántas calorías de grasa quemé, cuántas calorías quemé (no conozco la diferencia entre estas y las otras calorías) y cuál fue la distancia recorrida (todos estos datos me los da la máquina, en una pequeña pantallita que tiene). También anoto otras cosas.
Un feliz accidente: hoy, después de ver eso de la Sensecam, veía un mapa interactivo, también en el NYT, con algunas cafeterías en Nueva York (y que por alguna razón ahora me recuerda el mapa interactivo en el que se registraban los paseos de Holden Caulfield durante su escapada a Gotham; creo que hay algo aquí, interesante, esa idea del paseo decimonónico y toda la literatura que produjo enfrentada al paseo ideático que viene siendo correr, hoy por hoy). Una de las cafeterías que se encuentran en el mapa es Joe. Y se me ocurrió darle click al vínculo que lleva a su página electrónica donde encontré esto, el blog del equipo atlético de la cafetería. Su entrada más reciente , "Speed Socializing" afirma en algún momento:
"Well, that's the joy of running with a team. I would NEVER get out there alone. In fact, I almost never run alone anymore. It's just too bleak and chilly. And after going alone for the first 10 years I was running, I just got bored with music and my own dull thoughts".
Estaba pensando, ahora, en esto. En cómo aún consigo sacarle jugo -poco- a las ocasiones en que corro solo (ya no uso el iPod y ahora, últimamente, me sorprendo a mí mismo contando los minutos, como si me hubiera transformado, yo mismo, en un cronómetro). Correr puede llegar a ser aburrido. Cuando andaba en bicicleta en el Ajusco no podía hacerlo a menos que fuera con mis Amigos de la Bici. Sospecho que no hubiera empezado a correr este año, por otro lado, si no fuera por Sofía, quien me invitó a acompañarla a sus mañanas de entrenamiento que la prepararon para el maratón que organizó Nike (sólo para mujeres: regalaron una cocina) el fin de semana pasado. Recuerdo que como a la segunda ocasión que corrimos juntos me preguntó, o me dijo, no sé qué fue, exactamente, "¡¿Sólo estás corriendo para escribirlo en tu blog?!". En tres semanas es la primera vez que lo hago. Me esfuerzo.
Un feliz accidente: hoy, después de ver eso de la Sensecam, veía un mapa interactivo, también en el NYT, con algunas cafeterías en Nueva York (y que por alguna razón ahora me recuerda el mapa interactivo en el que se registraban los paseos de Holden Caulfield durante su escapada a Gotham; creo que hay algo aquí, interesante, esa idea del paseo decimonónico y toda la literatura que produjo enfrentada al paseo ideático que viene siendo correr, hoy por hoy). Una de las cafeterías que se encuentran en el mapa es Joe. Y se me ocurrió darle click al vínculo que lleva a su página electrónica donde encontré esto, el blog del equipo atlético de la cafetería. Su entrada más reciente , "Speed Socializing" afirma en algún momento:
"Well, that's the joy of running with a team. I would NEVER get out there alone. In fact, I almost never run alone anymore. It's just too bleak and chilly. And after going alone for the first 10 years I was running, I just got bored with music and my own dull thoughts".
Estaba pensando, ahora, en esto. En cómo aún consigo sacarle jugo -poco- a las ocasiones en que corro solo (ya no uso el iPod y ahora, últimamente, me sorprendo a mí mismo contando los minutos, como si me hubiera transformado, yo mismo, en un cronómetro). Correr puede llegar a ser aburrido. Cuando andaba en bicicleta en el Ajusco no podía hacerlo a menos que fuera con mis Amigos de la Bici. Sospecho que no hubiera empezado a correr este año, por otro lado, si no fuera por Sofía, quien me invitó a acompañarla a sus mañanas de entrenamiento que la prepararon para el maratón que organizó Nike (sólo para mujeres: regalaron una cocina) el fin de semana pasado. Recuerdo que como a la segunda ocasión que corrimos juntos me preguntó, o me dijo, no sé qué fue, exactamente, "¡¿Sólo estás corriendo para escribirlo en tu blog?!". En tres semanas es la primera vez que lo hago. Me esfuerzo.
4 comments:
Muy buena entrada. Dice mi avatar DM que vayan a correr juntos.
Vamos. Con la Avatar.
Loved it: not about running, but about writing (about running, or anything else).
Nota: ¡Qué pena que regalaran una cocina!
hay que leer a jean echenoz. wow. tiene una novela que así se llama "correr" (courir)
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