Tuesday, March 23, 2010

Leo Los demonios, de Heimito von Doderer


Según la crónica del jefe de sección Geyrenhoff, Schlaggenberg afirmó, a propósito de una conversación que alguna vez sostuvo con su ex mujer, Camy:

"Le expresé lo que para usted y para mí seguramente sea algo natural, que yo sentía mi propia alma o mi propio interior como un pozo de una profundidad insondable, un espacio que, en todo caso, había de ser pensado necesariamente como una dimensión no clausurada, abierta por alguna parte, una parte de la que todavía puede surgir lo desconocido, aquello de lo que jamás he tenido experiencia. Camy se quedó parada, era obvio que estaba sumamente sorprendida, miró al suelo, pensó un ratito y con esa forma de hablar que tenía, tan prudente y certera, me dijo que algo así le resultaba completamente inconcebible, pues ella sentía su propio ser como un espacio vacío cerrado por todas partes, que conocía a la perfección, del que era imposible que surgiera o le llegara algo impensado, es decir algo auténticamente nuevo".

Reflexionando al respecto, Geyrenhoff afirma a propósito de lo que dijo Camy: "...se trataba de la mejor, la más razonable y también, seguramente, la manera más fácil de vivir. Sin lugar a dudas: sólo había que esforzarse por alcanzar ese estado y así ya no habría razón para temer la desnudez del espacio donde confluyen pared y techo (allí donde uno generalmente no mira), sintiendo que se abate sobre nosotros una ola de frío y depresión; es posible que desterrásemos ese sentimiento tan fuerte de insatisfacción que nos hace imposible quedarnos en casa".

Ese sentimiento se llama tedio. Francamente, no sé si Geyrenhoff propone aquí que uno se conozca a sí mismo -y se cuide a sí mismo- o que no de cabida a ninguna novedad en la vida. Si es lo primero, ¿qué tiene eso de fácil? En fin, me recordó esto de Kryzanowski.

3 comments:

María Fernández-Aragón said...

Qué feo nombre, ¿no? Hemitivo. Pobrecito señor.

Guillermo Núñez said...

Heimito.

María Fernández-Aragón said...

Ah, vaya. Así ya suena más como Jaimito.