Sunday, April 25, 2010

No se sabe si está de pie o sentado


No se sabe si está de pie o sentado es el enigmático título que Walser le dio a una de las estampas que componen La rosa (mi ejemplar es una reedición de 2003). El subtítulo de la misma estampa es El solitario. Allí leo hacia el final este divertido pasaje:

"Cómo me gustaría saberme simpático, cómo desearía estar incorporado a su círculo. Sin embargo, creo haber hecho lo que he podido para tratarme con miramientos. He permanecido disponible".

Tengo la sospecha de que La rosa es el segundo libro de Walser que compré. Si no es así, debe ser el tercero o cuarto. (Acabo de revisar en los archivos de este blog y descubro, con horror, que lo compré a inicios de marzo de 2005; ha pasado un lustro desde entonces: caracoles). En cualquier caso, fue de los primeros que aún compré con la fiebre que por un tiempo caracterizó mi afán por "leer a Walser". Esto fue, según recuerdo, cuando estaba por titularme de la universidad. Jakob von Gunten debió ser el primero que leí pues un amigo, Julián Zárate, me había dicho que era el libro favorito de Roberto Bolaño, de acuerdo a una entrevista que había leído. (Ambos estábamos, entonces, obsesionados con Bolaño). O quizá el primer libro que leí de Walser fue El bandido (la memoria irrumpe: leí El bandido en la playa, en Cancún, en los ratos de descanso que tomé durante la redacción de mi tesis de licenciatura, misma que, según recuerdo, escribí durante la Semana Santa de aquél año, encerrado en un cuarto de hotel; recuerdo que mi abuelo me pidió prestado La condición humana de Malraux: no terminó de leerlo, yo no lo he empezado). ¿Todo esto a cuento de qué? Pues resulta que hoy me encontré, inquieto, abriendo libros al azar, en mi habitación, y di con La rosa. También di con la pequeña conversación entre una camarera y un bribón que le da título al libro. La camarera le dice al bribón (Arthur, un hombre sincero): "No son los hombres atentos los que impresionan a las mujeres. Miramos con respeto a los desatentos. Nos gustan los ocupados, los absorbidos por algo". Lo extraño de La rosa es que no recuerdo haberla leído. Pero lo hice.
Qué maldito calor.

1 comment:

Ochoa said...

te lo cambio por este: http://guillermoinj.blogspot.com/2010/04/entrada-1340.html