Sunday, December 25, 2005

Historias de amor

En 1956, este mismo día, 25 de diciembre, murió Robert Walser y le tomaron una fotografía a su cadáver tendido sobre la nieve. Uno de los libros que me gustaría leer en esta semana que tengo de vacaciones es Historias de amor, de Robert Walser, una pequeña compilación que no estuvo en sus manos, pero que sacó hace poco Siruela. Por alguna razón, no me parece de mal gusto que el libro lleve la fotografía de su cadáver en la portada.
Me gustaría decir que estuve pensando en esto mientras intentaba desaparecer mientras veía el Sena, al atardecer. Que escribí varios poemas y que algunos de ellos los aventé al agua y otros los escondí en la Biblia de mi anónima habitación. Que en las playas construidas en algunas de las partes del Sena, a pesar del frío y con un acto de valentía y exhibicionismo, varios homosexuales se tendían en tangas a merced de los últimos rayos del Sol. Pero probablemente ahora París esté nublado y tal vez haya lluvia, no lo sé. Me hubiera gustado haber pasado algunos de mis días de vacaciones ahí, visitando museos para, una de dos, descubrir que estaban cerrados o advertir cómo las personas se detenían un momento ante una obra de arte, hacía una pose de estar interesados y, sin más, caminar a la siguiente obra de arte. Todos con cara de que lo disfrutan enormemente. También me hubiera gustado comer en un restaurante japonés, ser el único cliente, dejar que los meseros me invitaran a su mesa después de un rato, al descubrir que nadie me acompañaría en mi cena de navidad.
¿Qué es lo que más recuerdo de Lejos de Veracruz? La frase Rey del mambo y al mayor de los hermanos Tenorio que pasaba mucho tiempo en su casa con pos de escritor, escribiendo sobre viajes que nunca realizó, enfundado en una bata roja, fumando una pipa. Tal vez debería fumar una pipa. Prender una chimenea. Salir a pasear con mi perra, envuelto en mis pensamientos.
¿Qué es lo que más recuerdo de You shall know our velocity? La velocidad. El brinco que hacen los personajes de un árbol a otro árbol. La boda en Cuernavaca. El museo de memorias que está oculto bajo una verde colina. Las apresuradas compras antes de partir. Tal vez debería volver a hacer un viaje en compañía de mis amigos.
Tengo sed.

3 comments:

charp said...

Yo acabé el día de ayer You shall know our velocity! Me pareció un buen libro; yo me quedo con los bibliotecarios, con la quema de la vaca, y con los exóticos conocimientos de Hand.

Saludos!

Guillermo Núñez said...

No recuerdo lo de la vaca, es terrible, seguramente es una gran parte del libro. Lo releerè. Hand es un gran personaje, vuelve a aparecer en uno de los cuentos de How we are hungry. No sè porquè, me da mucho gusto que hayas leìdo esto. Saludos. Seguirè vacacionando.

Anonymous said...

Ese libro, Lejos de Veracruz, lo escribí en gran parte en Sà Ràpita, un pueblo al sur de Mallorca. El prólogo lo construí cuando el libro ya estaba terminado. Me declararon "persona non grata" en el pueblo de al lado de Sà Rápita porque dije en un periódico de Mallorca (y luego en el libro mismo si mal no recuerdo) que era el pueblo más feo del mundo.
En fin, yo acabo de estar por París y he visto la exposición sobre la Melancolía y el frío ha sido notable en las calles Y esta vez no he ido a la rue Vaneau porque me toca hospedarme allí, en el Hotel de Suede, en marzo, que es cuando sale mi libro en Francia.
Un saludo desde Barcelona.

E V-M