¿Se enteraron de esto? Por supuesto que se enteraron de esto. Entran a la red diario. Están en el mundo. El periódico les llega a casa. Las ondas de radio les saturan los oídos. La televisión está encendida en todas las habitaciones de su hogar. Así que ya saben esto. ¿Por qué, entonces, escribo al respecto? Porque no es una actualización informativa, ésta. Es otra cosa. Un pretexto para esforzarme. Una buena oportunidad para utilizar la metáfora planetaria y divina de Marte. Porque Marte simboliza varias cosas, no tantas como la Luna, pero bastantes como para que esto suene más interesante que un corte informativo. Así que Marte, en las semanas que transcurrirán, estará más cerca de la Tierra de lo que nunca ha estado, entendiendo, como narcisísticamente lo hacemos siemrpe, el "nunca" sólo respecto de nuestras vidas. Pues Marte volverá a estar así de cerca de la Tierra algún día. Y apostaría que alguna vez estuvo incluso más cerca. Y eventualmente, el Big Crunch.
Pero no es ese día aún. Hoy es el día en que uno piensa en su novia, quien emocionada le informa sobre este fenómeno metereológico. Y cuando uno recibe la noticia, de cómo Marte para finales de Agosto aparecerá en el firmamento casi tan grande como la Luna (sólo es un efecto óptico, un engaño de nuestros sentidos, otra decepción en la que podemos confiar), uno piensa, inevitablemente, que Marte es el dios de la guerra y que nunca se ha peleado con su novia. ¿Nunca? No. Nunca. ¿Es esto posible? Es posible. ¿Se mantendrá así? Es posible. ¿Deseamos que se mantenga así? Es posible. Pero entonces, ¿por qué escribes esto? Es posible.
Estoy intentando ser azotado.
3 comments:
¿Y para qué nos enteramos de eso?
¿No es curioso darse cuenta de que nosotros, nuestro cuerpo, de alguna manera, convivió con Marte, con Venus, con la nieve del Aconcagua y la tinta sepia del bolígrafo de Victor Hugo hace millones de años, en el Big Bang, si es verdad que la materia no se genera ni se destruye, y que volveremos a reunirnos, feliz, fatídicamente, en el Big Crunch? Pensar eso es una frivolidad que distiende el espíritu.
Ah, por cierto, hace unos días vi Marte sobre el Mediterráneo a ojo pelón; ahora entiendo por qué. Y lo más curioso fue ver la luna de un rojo intenso.
Bueno, esto es ya algo.
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