Qué: El All New McSweeney's Enchanted Chamber of Astonishing Stories, con historias de "género" escritas por autores como Margaret Atwood, Poppy Z. Brite, Daniel Handler, Charles D'Ambrosio, Heidi Julavatis (!), Joyce Carol Oates (!), Stephen King, Jason Roberts, Jonathan Lethem (!), Peter Straub, Steve Erickson, China Miéville, Ayelet Waldman y David Mitchel. Editado por Michael Chabon.
Cuándo: Hoy. Aquí, en mi habitación. Publicado hace tiempo, por Vintage, en 2004, dos años después del McSweeney's Mammoth Treasury of Thrilling Tales, también editado por Chabon (y que constituyó el número 10 de la revista). Y del cual ya opiné, aunque tangencialmente, algo aquí. Este volumen lo compré hace unos meses en Miami pero no fue hasta ahora que comencé a leerlo. Está buenísimo. Hay perlas como el cuento de Atwood, Lusus Naturae, que a la vez contiene perlas como esta frase: There's only so long you can feel sorry for a person before you come to feel that their affliction is an act of malice committed by them against you. También: Minnow, de Waldman, es genial.
Cómo: Se lee de izquierda a derecha, comenzando por arriba. Si prefieren, de noche, bajo las cobijas, con las ventanas cerradas y regresiones preadolescentes.
Al respecto: les puedo decir poco. Además del entusiasmo y de invitarlos a la lectura del libro que, bueno, como antología podrá a veces parecer desigual pero en general es perfecto, les comento que: hace tiempo David me prestó Belleza Roja de Esquinca. Y es un buen libro, también de "género". Tipo policiaco-aventuras de periodista-con algo de ciencia ficción. Y hay una parte en esa novela en la que una femme fatale, o algo parecido, asiste a una exposición de fotografías que representan sesiones de bondage y en las que ella posó. Y miren nomás lo que encuentro en Zeroville, el cuento que presenta Erickson en este libro: "A young Japanese model arrives one day at an art gallery showing an exhibition of bondage photos for which she's posed". Fregón, ¿no? Algo más: ¿ven la portada? Cuando la vi por primera vez pensé que era una onda así de un culto siniestro o algo por el estilo. Pero entonces me di cuenta de que los sacerdotes esos en túnicas eran, en realidad, ¡las tres Moiras griegas! ¡Cloto, Láquesis y Átropos! ¡Oh! ¿Checan el detalle de la tijera? ¿A poco no está padre? Ay, cuánto debemos a Poe y Lovecraft. Cuánta felicidad.
2 comments:
¿A qué se deben los signos de exclamación frente a algunos de los nombres de los escritores?
A que me gustan. Sobretodo Joyce Carol Oates. Y Lethem. De Heidi Julavatis recuerdo haber leído algo, y debió haberme gustado porque me acuerdo de su nombre, supongo.
Mucha alegría Diego.
Qué serio te ves en clases.
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