Que uno pudiera sentarse, tomar el teléfono y marcarle a la humanidad para preguntarle algo de orden íntimo pero que nos importara en cierta medida -preguntaríamos no con morbo sino con el interés que sólo propicia la amistad- y que ésta tomara un momento y cuando creyéramos que estaba haciendo una pausa para pensar bien su respuesta fuéramos un pequeño testigo de su alegre, inesperado y poderoso eructo. Hace unas horas conseguí el Diccionario filosófico de Voltaire. Hojeándolo leí una entrada en la que Voltaire explicaba cómo testículo significa, etimológicamente, "pequeño testigo". De la hombría, se entiende. Me duele el pecho.
Tuesday, June 03, 2008
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11 comments:
Menos mal que no te duelen los pequeños testigos. Ay, Memo©.
¿Pequeños? Se ve que te conocen Memo. Bueno, a tus testigos.
o los "ahuácatl" (aguacate) que también significa testículo.
¿Cómo? ¿Los testículos?
Aquí los chavos, comentando mis pequeños testigos.
El peso de la fama, Guillermo. No lo olvides o terminará por aplastarte... eso.
ahuácatl es de la lengua náhuatl, y sí, significa testículos, de ahí el nombre aguacate por el parecido entre ambos. De hecho, los aztecas pensaban que el aguacate era afrodisiaco.
Tú siempre tan provocador, Guillermo.
Yo no creo que la provocación sea una virtud David. Deja de provocarme.
Pongan a Chayanne y cállense, provocadores.
Si mal no recuerdo, aunque habría que refrescar el dato, en la Roma imperial sólo los hombres podían ser testigos en los juicios, y juraban con una mano en los testículos.
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