Mientras hablaba, fumaba muy animado. Su frenética actividad por producir nubes de humo me reveló que luchaba con alguna timidez anímica o mental. Quien durante la charla que mantiene no cesa de poner en contacto el cigarrillo con la boca busca alguna suerte de ayuda, se apoya en algo ajeno a la conversación. La joven a todas luces le contestaba, correspondía sus palabras. Por lo visto le resultaba muy simpático. A mí, sin embargo, de repente me pareció que él no se lo estaba pasado bien con ella, sino que trataba de hacer una especie de conquista que poco a poco se le antojaba cargante, pesada.
En el micrograma En este momento no sé bien
1 comment:
Qué gran momento... soy gran fan de Walser y feliz propietaria de ¡por fin! Microgramas I, II y III. Buen blog, buenos textos.
Saludos,
Paola T.
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