Se me ocurrió que tiene una trama similar a 2001: A Space Odyssey. Un grupo de personas encerradas en un hotel, incomunicado; un grupo de personas varadas en una nave espacial, incomunicado; afuera, el frío del invierno, el vacío helado del espacio; adentro, poco a poco se gesta la locura de un hombre asesino, de una máquina asesina, todo en los albores de un suceso trascendente -la vida eterna de los fantasmas, la nueva vida del hombre de las estrellas.
Había olvidado la escena donde, hacia el principio de la película, rumbo al hotel, la familia Torrance habla sobre los Donner, quienes a mediados del siglo XIX en su peregrinaje hacia el Oeste quedaron atrapados por una tormenta de nieve y tuvieron que recurrir al canibalismo. ¿Ya vieron la nueva La Tempestad? Allí, en Lecciones de Stanley Kubrick, recogemos esta reflexión de Michael Haneke, con ocasión de su Funny Games U.S. y lo que aprendió de Kubrick:
"Soy un gran admirador de Kubrick, pero veo a Naranja mecánica como una especie de error de cálculo, porque vuelve la brutalidad tan espectacular -tan estilizada, con números de baile y demás- que casi tienes que admirarla. Leí en algún lugar -no sé si sea verdad- que Kubrick quedó completamente horrorizado cuando observó cómo reaccionaba el público con Naranja Mecánica, y que incluso trató de que fuera retirada. Se volvió de culto porque la gente encontró divertida su violencia hiperestilizada, y ciertamente no era eso lo que Kubrick pretendía. Es increíblemente difícil presentar la violencia en la pantalla de un modo responsable".
¿Podría uno decir que el modo responsable de representar la violencia en la pantalla es a través del horror? No lo sé. Ciertamente, The Shining no es una película divertida (para ello, yo me atrevo a decir que Naranja mecánica tampoco lo es). Aunque quizá lo es, como puede serlo una experiencia tan extrema y aterradora como subirse a una violenta montaña rusa. Francamente, aunque perturbadora, Funny Games U.S. no es precisamente una película de horror. Y no es, en efecto, divertida. Comparándola con una película que salió por las mismas fechas y de temática similar, The Strangers, Funny Games es un ejercicio de tortura para el espectador. Esto me viene a la mente por el modo en que aquella escena de Kubrick -la familia rumbo al hotel, ese lugar de descanso- finaliza: la madre, horrorizada de que estén hablando sobre canibalismo a detalle frente a su criatura, ve al padre con cara de Deja de hablar de eso. A esto, el niño afirma: "No importa mamá, sé sobre el canibalismo por la televisión". Jack Torrance entonces pone su mejor cara de loco: "¿Ves? No importa, lo vio en la televisión".
Había olvidado la escena donde, hacia el principio de la película, rumbo al hotel, la familia Torrance habla sobre los Donner, quienes a mediados del siglo XIX en su peregrinaje hacia el Oeste quedaron atrapados por una tormenta de nieve y tuvieron que recurrir al canibalismo. ¿Ya vieron la nueva La Tempestad? Allí, en Lecciones de Stanley Kubrick, recogemos esta reflexión de Michael Haneke, con ocasión de su Funny Games U.S. y lo que aprendió de Kubrick:
"Soy un gran admirador de Kubrick, pero veo a Naranja mecánica como una especie de error de cálculo, porque vuelve la brutalidad tan espectacular -tan estilizada, con números de baile y demás- que casi tienes que admirarla. Leí en algún lugar -no sé si sea verdad- que Kubrick quedó completamente horrorizado cuando observó cómo reaccionaba el público con Naranja Mecánica, y que incluso trató de que fuera retirada. Se volvió de culto porque la gente encontró divertida su violencia hiperestilizada, y ciertamente no era eso lo que Kubrick pretendía. Es increíblemente difícil presentar la violencia en la pantalla de un modo responsable".
¿Podría uno decir que el modo responsable de representar la violencia en la pantalla es a través del horror? No lo sé. Ciertamente, The Shining no es una película divertida (para ello, yo me atrevo a decir que Naranja mecánica tampoco lo es). Aunque quizá lo es, como puede serlo una experiencia tan extrema y aterradora como subirse a una violenta montaña rusa. Francamente, aunque perturbadora, Funny Games U.S. no es precisamente una película de horror. Y no es, en efecto, divertida. Comparándola con una película que salió por las mismas fechas y de temática similar, The Strangers, Funny Games es un ejercicio de tortura para el espectador. Esto me viene a la mente por el modo en que aquella escena de Kubrick -la familia rumbo al hotel, ese lugar de descanso- finaliza: la madre, horrorizada de que estén hablando sobre canibalismo a detalle frente a su criatura, ve al padre con cara de Deja de hablar de eso. A esto, el niño afirma: "No importa mamá, sé sobre el canibalismo por la televisión". Jack Torrance entonces pone su mejor cara de loco: "¿Ves? No importa, lo vio en la televisión".
3 comments:
No, The Shining no es divertida, me acuerdo que mis papás no me dejaron verla hasta que cumplí como 13 años. Creo que los había traumado a ellos.
No he visto Funny Games y se me antoja mucho, mientras no sea como esa basura de Hostal...
Me hubieras avisado, aún no la he visto
Memo, a mí me parece que Funny Games es, tergiversando por completo el sentido de tu post posterior, quejica, uy sí, pobres niños perdidos, y pobre familia feliz que lo únic o que hizo fue ser feliz y amable.
Funny Games no me gustó nada, no me perturbó, me aburrió hasta el cansancio... quizá, como me dijo una amiga con hijos, porque no tengo hijos y no me puedo imaginar el horror de que los maten frente a mis ojos, yo le contesté, pero tengo gato, y me sentiría muy mal si algo le pasara, me dijo, no es lo mismo y se desconectó. (está en brasil, mi amiga)
Post a Comment