Monday, May 22, 2006

Las confesiones

Es otra vez ese momento del día en el que me siento lo suficientemente satisfecho como para detenerme un momento, sólo unos minutos, en mi trabajo para poder escribir algo aquí, cualquier cosa, algo que me haga preguntar si tiene una relación directa o no con mi vida. Sin duda la tiene, en este momento --es la acción que me ocupa-- pero no la tendrá apenas la termine de escribir, al menos no como la tienen las anotaciones que hago en mi diario, que ahora escribo a mano, contrariando aquél excelente consejo sobre escribir a máquina para sentir una distancia, por mínima que sea, entre texto y autor.
¿Es tan buen consejo? Depende de lo que quieras, supongo. De cualquier forma, en la tinta hay distancia. Diría incluso que en la conversación, aunque considerablemente menor, hay distancia. Es más, en el pensamiento hay distancia.Sí lo ven, ¿no? Poco a poco me acerco a la paradoja del homúnculo, el representacionismo y todas esas inteligentes cosas que decimos cuando no sabemos realmente qué decir. Como ahora. Veamos si puedo cambiar de tema.
Me encanta la palabra "homúnculo". Y molusco. Y musculoso. Y omóplato. Y opúsculo. Y crepúsculo. Y me encantan los mariscos. No tanto su textura, tan similar a la del aguacate, como su sabor, especialmente cuando están bañados en salsa inglesa, un poco de tabasco y limón. Tal vez lo que realmente esté decidiendo es que los moluscos sólo me gustan bañados en alguna salsa. Confesión: de chico entraba a la alacena de mi casa, destapaba la salsa inglesa, vertía un poco en un vasito y me lo tragaba como si fuera un shot de tequila, haciendo arrrrrgh. Nueva confesión: lo que más me agrada de este último párrafo es que tuve que visitar los hondos senos de mi memoria para recuperar esta pequeña narración, y me gusta cómo se vive ahí, en esas bóvedas subterráneas, cálidas y húmedas, a veces iluminadas, a menudo olvidadas. Pero olvidadas de manera que uno al menos pueda recordar que hay algo ahí que quiere recordar, no olvidadas de manera que simplemente ya no están ahí.
Me pregunto qué sucedería si cayera en un suño hipnótico.

2 comments:

Anonymous said...

Me encanta la palabra "homúnculo". Y molusco. Y musculoso. Y omóplato. Y opúsculo. Y crepúsculo.

A ti lo que te gusta es el culo.

Anonymous said...

¡Salud por este post!