Tuesday, April 07, 2009

Retrato del artista como un consumista

Mientras hacía tiempo para entrar al cine el otro día entré a una librería. Salí con The Border Trilogy de Cormac McCarthy, un par de compilaciones de las columnas que Nick Hornby publica en The Believer y con el primer tomo de las Obras Completas de Borges, que no había conseguido (para mi cumpleaños me regalaron el tomo II y el tomo III, luego yo conseguí el tomo IV). También me regalaron Zama y un par de libros de cuentos de Tobias Wolff, así como un par de películas y viene en camino un libro que se titula Pride & Prejudice & Zombies, probablemente el más inesperado de los regalos. También me regalaron un cono de dulces. Hace rato en una columna de The Guardian leí sobre una columna que aparecía en una revista que se titulaba Portrait of the Artist as a Consumer, por eso escribí esto. Pero no es por ello que les cuento ahora que hace rato, mientras bajaba corriendo por las escaleras del edificio rumbo al banco para cobrar un cheque, dejé caer mi volumen de La montaña mágica dos pisos y cuando tocó el suelo explotó y se desparramaron todas las hojas mientras yo gritaba, ¡Noooo!, alargando las os como un brazo desesperado, inútil.
Eso se los cuento para hacérselos creer; en realidad, sólo se rompió el lomo, pero todavía se puede leer sin problemas.

3 comments:

David Miklos said...

Por un momento me sentí aliviado ante la inmolación de tu Montaña mágica. Por un momento, digo, porque luego nos sales con otro de tus chistecitos, concebidos en tu mente zombie pop. Ay, Mem©. Antes de eso, claro, leí que alguien te regaló Zama. Así las cosas, quiero mi Zama de regreso. Dame mi Zama, Memo. Dámelo ya. Así de aliterado como sueno. ¿Qué más? No mucho más. Felices días santos. Sé penitente. Conversa con tu fuero más interno. Anda a ver Gran Torino.

Guillermo Núñez said...

¡Pero si el Zama me lo regalaste tú!

(Ya vi Gran Torino, está bien padre).

David Miklos said...

Ja. Ja. Ja. Dame. Mi. Zama.