Wednesday, December 26, 2007
Sobre los deseos de desaparecer
No leo Las Benévolas y me llora un ojo
Tuesday, December 25, 2007
A bout de souffle
Toso, paso el Binotal con agua y trato de tomar aire. Es navidad y estoy enfermo. La noche anterior, la noche de paz, no fui a misa de gallo ni estuve en familia al momento en que se repartieron los regalos; estuve dormido, en una moderada paz, en una cama infestada de gérmenes, los míos, sorbiendo mocos toda la noche. Y ahora, con el nuevo día, salgo un momento de casa --de casa de mis abuelos-- y acompaño a mi padre a Celaya. Ahí, rentamos unas cuantas películas (El gran truco, Disturbia) que veo en estado vegetativo hasta que, finalmente, llego a ese momento en el que uno toma una especie de segundo aire y comienza a disfrutar la vida desde su enfermedad, saliendo un poco de la crisálida en la que ha estado invernando, escondiéndose, como nuestra personal y privada alegría de invierno.
Así, recostado ante el televisor, pienso en esas personas que parecen considerar una virtud moral el no enfermarse, personas que han leído, acaso, demasiado Nietzsche y mal, mientras veo la tercera película que rentamos --y que escogió mi padre. Es buena, supongo. Le he escuchado decir a personas que es una gran película por la relación que tiene el título con la edición y de cómo esto es la gran cosa, en la historia de la cinematografía (yo sólo lo había visto en una película de Woody Allen pero reconocí o recordé los comentarios de la gente bien culta y bien acá apenas vi el primer corte trunco de A bout de souffle, de 1960). Y aunque la disfruté enormemente, cuando terminó me quedé con una sensación similar a la que me produjo Les quatre cents coups de Truffaut que había visto unos meses atrás. La sensación es: estoy seguro de que estas películas significan algo, que tienen importancia, que fueron una especie de parteaguas en la cinematografía, pero cuando me cuentan historias, me gustan las historias que conmueven. Y sí, A bout de souffle tiene su encanto narrativo; tiene esas referencias al cine noir y uno no puede menos que enamorarse de la indiferencia de la chica newyorkina que vive en París. Pero estas son cosas, digo, que uno piensa mientras está recostado, enfermo, y mientras ve a Jean-Paul Belmondo boxear en pantalla, presumiendo que él prefiere el box a otros deportes --es raro, pienso también, cómo a alguien pueda atraerle el boxeo. Observo el gesto de acariciarse los labios, la nariz ancha, como la de un boxeador. ¿Habrá boxeado, Belmondo, alguna vez en su vida? Y pienso en Hemingway, sus seguramente hinchadas orejas, su nariz seguramente aplastada, su suicidio tontamente romántico.
A mí lo que más me gusta de Truffaut es que haya actuado en Close encounters of the third kind. Se me confunden, estos tipos, Truffaut y Godard. Creo que la consufión se debe a que la escena de A bout de souffle, la escena de la habitación, me hizo pensar no en Godard sino en Truffaut y en aquella vez en que Spielberg le presumía un set que habían construido para la escena de Close encounters... en la que llegan las naves espaciales. Y Truffaut levantó los hombros y dijo: Pues, está bien. Pero cuando construyeron el set de una habitación de hotel para la misma película, Truffaut dijo algo así como Pero si esto está muy bien, ¡esto es un set de verdad! En fin, mi cabeza.
Y este post, me percato ahora, podría dedicárselo a César Albarrán, a quien le fascina y vive el cine y, he visto últimamente, el boxeo, pero no el boxeo como tal, sino el boxeo a través del televisor y la literatura, la historia del boxeo y quizá, pero esto no lo sé, a través de la memoria. Así que eso César, te lo dedico.
Friday, December 21, 2007
Soy un incendiario
Thursday, December 20, 2007
Les digo que vayamos a la Patagonia
Los niños
Wednesday, December 19, 2007
Descanso de mi lectura de Littell
Vargas también explica que Sobre la melancolía de los sastres, el ensayo que le da título a la colección, fue escrito en 1814, el único que escribió en ese año. Después, unos seis años más tarde, fue invitado a colaborar con la London Magazine, una revista en la que también publicaban Carlyle, Hazzlit, Keats y De Quincey. Y Dios mío, es un gran ensayo, ¿saben? De esos que a uno lo ponen a pensar. Hay dos razones, de acuerdo con Lamb, por las que se puede hablar específicamente de la melancolía de los sastres: su carácter sedentario y su dieta. Cuando leía esto, pensé en el señor Felipe, el buen sastre que me ha hecho algunos bonitos trajes y sacos con telas de El Salón Inglés, en el departamento de caballeros de Liverpool. (Por cierto, alguien debería enseñarle a las personas de El Salón Inglés que esas dos palabras llevan acento; sin él, las etiquetas de los trajes se leen como "El Salon Ingles", y a nadie le gusta llevar ingles en su ropa).
Sunday, December 16, 2007
Cierta sabiduría en Las Benévolas
Saturday, December 15, 2007
No leo a Littell
Thursday, December 13, 2007
Wednesday, December 12, 2007
Leo Las Benévolas
Friday, December 07, 2007
Thursday, December 06, 2007
Leo
Tuesday, December 04, 2007
Les digo que leo a Littell
Monday, December 03, 2007
La pista de hielo (otro paréntesis)
Sunday, December 02, 2007
Leo Las Benévolas de Littell
Quien, han de saber, funge como editor de una buena, amigable editorial que posee libros donde se tratan temas muy sanos e interesantes. Como la amistad. Puro entusiasmo. Vean nomás la cara de Salvador.Qué bonitas experiencias. Ya fui a la FIL. Ya escribí mi libro. Ya planté mi árbol. Me falta embarazar a alguien.
Tuesday, November 27, 2007
Curioso ejercicio
Monday, November 26, 2007
Entrada 690
Sunday, November 25, 2007
¡Lectores del mundo!
Quiero ser humilde, pero.
Mírame a los ojos.
Friday, November 23, 2007
Thursday, November 22, 2007
Astonishing Stories
Tuesday, November 20, 2007
Noticia
Monday, November 19, 2007
Mi cabeza
Esta actualización iba a estar mejor pero mi cabeza
Se trata de Fernando Nottebohm, un biólogo de la universidad Rockefeller (!). El pie de página explica que este señor ha estado realizando una investigación inspirada en los canarios (!!) con el objetivo de hacer algo que, se creía, no podía hacerse: producir más células cerebrales. Aparentemente, los canarios reemplazan las células cerebrales que usan cada vez que aprenden algo complejo, como una canción o una ruta de vuelo.
Iba a escribir más sobre todo esto, recuerdo que tenía una gran idea para esta actualización, posiblemente hermanaría mi no tan vieja obsesión con los pájaros y con esa foto y con el asunto de la memoria. Pero, en fin, llegando a la casa de campo no hice anotaciones y lo olvidé todo y me dediqué a leer sobre otras cosas y, en fin, ya saben, uno se distrae. Pasó el fin de semana y regresando, en el camino, me puse a escuchar mi Ipod. Ahora se salta algunas canciones y otras sólo las reproduce como a la mitad. No es tan grave. Pero esto: presten atención: estoy escuchando una canción y como está en shuffle pasa a una canción, una que será una sorpresa porque yo no recordaba haberla quemado o bajado o comprado ni nada, sólo es una canción nueva o que parece nueva, para mis oídos. Seguramente me la pasó Alejandro Vázquez, pues es el tipo de cosas que me pasa, pero ya no estoy tan seguro. La canción, de los Flaming Lips, trata sobre un tipo que tiene un pene que se quita y se pone y entonces habla sobre cómo esta pene -quita - pon a veces le viene bien y a veces no, a veces le causa problemas, como cuando sale a fiestas y lo pierde; como acaba de suceder. Así que el tipo habla al lugar donde fue la fiesta para ver si el pene está ahí pero no, no está. ¿Y ya buscaron en el lugar donde guardan las medicinas? Por alguna razón a veces pone ahí su pene, pero no, tampoco está ahí. Así que hace unas llamadas más y está comenzando a preocuparse, realmente, porque nadie ha visto su pene y comienza a sentirse menos hombre. Pues aunque a veces agradece la posibilidad de quitárselo, especialmente cuando sabe que puede causarle problemas el traerlo consigo, ahora se siente incompleto. Le gustaría poder ir al baño sin tener que sentarse. Y la canción sigue así, contando las desventuras de este hombre y su pene quita-pon (más tarde lo encuentra), y me deja pensando, esta canción: ¿no es increíble cómo funcionan nuestras cabezas?
Friday, November 16, 2007
Tuesday, November 13, 2007
La Navidad llegó a mi casa
Monday, November 12, 2007
Viernes 13
Sunday, November 11, 2007
Pessoa
Es el tipo de cosas que uno encuentra en la red. Estas cosas, ¿no dan miedo? (Mi hermana, lo juro, acaba de entrar a mi habitación para decirme que todavía tiene miedo; lo dice con una vocecita, una vocecita que conozco bien, que me hace dudar de que lo diga en serio; quizá sólo quiere platicar; pero yo no quiero platicar así que sólo le digo: "Qué mal". Se indigna. Se va.) Ya no sé sobre qué escribir. Esta entrada no tiene mucho sentido. Fui al cine, la pasé bien. El viernes salí por la noche, la pasé bien --en algún momento, incluso, me sentí en Los detectives salvajes. Fin de actualización.
Aquí, un corto de Eli Roth para Thanksgiving, una película que no existe y que es una especie de homenaje/broma a Halloween. El corto es horrendo. Eli Roth es el director de Hostal, Hostal 2 y pronto Cell.
Más sobre el Códex
Saturday, November 10, 2007
¡Nueva entrada!
Thursday, November 08, 2007
"Blogger"
Hoy escuchaba que alguien leía Romance sonámbulo, el famoso poema de Lorca que inicia con aquello de Verde que te quiero verde... y pensé en sexto de primaria, cuando lo leímos en clase y el profesor nos pidió que hiciéramos nuestro propio poema. Después nos pidió que leyéramos algunos de nuestros versos. Un compañero me molestaba mucho entonces, era más fuerte y malicioso que yo y aquél día se levantó y leyó: Memo que te quiero grande. Entonces, cuando todo el salón reía, me pregunté cuántos años más tendrían que pasar para que dejaran de molestarme por ser chaparro. Hice un cálculo pero a la vez estaba pensando en su verso --siguió con su poema, pero ya no le estaba prestando atención, o eso creo recordar-- que era ligeramente homoerótico. ¿Por qué me prestaba tanta atención este chico? En fin, en estas cosas pensaba mientras escuchaba la lectura de Romance sonámbulo y cuando llegaron a ese verso que dice ¿No ves la herida que tengo desde el pecho a la garganta? por alguna razón pensé en Mahoma. Y pensé en esa tontería de contar cosas "nuestras", como si tuviéramos un interior, pero siempre interpretando un papel. "Este es mi recuerdo de alegría", contamos con alegría. "Esta es mi memoria de una humillación de infancia", contamos con cara de ser interesantes. Es agotador. De esto escribiré más tarde, me dije. Y pensé, inmediatamente, en una pintura de Jim Woodring que había visto unos meses antes, en su blog.
Hace poco subí más fotos a mi Facebook. Ahora tengo Facebook. Fotos mías y de amigos y amigas y de lugares en los que he estado. ¿Para qué? ¿Cuál es el gran ojo ante el cual bailamos con tanta desesperación? ¿A qué le hago tanto a la mamada? No son ustedes, ciertamente.
Wednesday, November 07, 2007
Miren cómo soy malo
Tuesday, November 06, 2007
Dizque sosias
(Víctor Isolino es el de la lengua de fuera, el de la derecha; Vila-Matas es el de cara de que ya se quiere ir).
Monday, November 05, 2007
Cierta sabiduría en Paul Ricoeur
Sunday, November 04, 2007
Felicidad: padres e hijos
Replicante número 13
Thursday, November 01, 2007
La casa en la que me escondo
Wednesday, October 31, 2007
Lista
2. Terminar Pelando la cebolla
3. Leer Los culpables
4. Reseñar Los culpables
5. Actualizar la bitácora satisfactoriamente
6. Seguir con la novela
7. Seguir con la tesis
8. Arreglarme los pantalones
9. Sentar cabeza
Deberes: 1, 2, 4, 7, 8. Deseos: 3, 5, 6, 9.
Tuesday, October 30, 2007
Gorila
Monday, October 29, 2007
Elemental, mi querido Watson
Sunday, October 28, 2007
Televisión
Saturday, October 27, 2007
Friday, October 26, 2007
Thursday, October 25, 2007
Botox
Dos cosas: no soy quién para juzgar, pero así como que feo horrendo, Lovecraft no lo era del todo; quizá su madre era, sencillamente, cruel. S.T. Joshi cita ese pasaje para hablar de las probables señas autobiográficas que se desprenden del siguiente pasaje del cuento:
Arthur Jerymn went out on the moor and burned himself after seeing the boxed object wich had come from Africa. It was this object, and not his peculiar personal appearence, which made him end his life. Many would have disliked to live if possessed of the peculiar features of Arthur Jermyn, but he had been a poet and scholar and had not minded.
"And had not minded", pues, verán, aparentemente a los poetas y a los académicos no les importa ser feos. Tienen cosas más importantes en la cabeza. Por ejemplo, la Verdad. La Justicia. El Bien. Pero, ¿la Belleza? Así que si a un académico feito que se dedica a temas estéticos --pensemos, no sé, en el jorobadito Kant-- si se fuera a suicidar no sería, ciertamente, por ser feito. Sino por otras razones. Sartre, haciendo bizcos.
Se cuenta, pero quién soy yo para decir dónde, que Edgar Allan Poe, cuando quería imaginarse a alguien sanguinario, un personaje malévolo, seguía el siguiente método: se sentaba y hacía muecas, hasta que en su cabeza se materializaran los pensamientos que, creía, serían apropiados para un personaje de ese tipo. Poe, pues, creía que la expresión antecedía a la emoción. Poe, de algún modo, hacía como esos actores que se caracterizan y a base de gestos e imitaciones producían peculiares sentimientos dentro de ellos. Esto lo pensaba hoy, en clase. Y pensaba también en esas bellas actrices, de rostros lisos y perfectos que habitan y pululan en Hollywood --en su incapacidad para, tal vez, fruncir el ceño: no con ese virus inyectado, que, si entiendo bien, paraliza nervios. Pensaba hacer una especie de convergencia: una chica con el rostro inyectado --de Botox-- y Hannibal Lecter con la máscara de piel que se pone en The silence of the lambs, con ese rostro que no es suyo, o con Leatherface de The Texas Chainsaw Massacre o con Mike Myers, con esa impasible máscara de Halloween. Pero me dan ñáñaras pensar mucho tiempo en estas cosas.
Wednesday, October 24, 2007
Contra la vida, dijo Houellebecq
Tuesday, October 23, 2007
Refu la chistosita
Monday, October 22, 2007
¡Presentación de Libros de Homero!
Sunday, October 21, 2007
Sobre Michael Clayton
Está en Wyoming. Acabo de consultar cómo se escribe Wyoming. Y en fin, en la película se descubre, en la de Spielberg, que muchos han sido atraídos al mismo lugar porque quiere saber por qué carajos no pueden quitarse esta montaña de la cabeza. Y claro, más tarde pienso en The Call of Cthulhu y The Wisperer in Darkness de Lovecraft, en los que, creo recordar, la gente, mucha gente, sin saberlo, sueña en lo mismo, en el mismo horror; así como los tres reyes magos sueñan que no deben ir a ver a Herodes de nuevo.
Ahora me detengo y me pregunto cómo debo de terminar esta actualización. ¿Preguntándome si todos hemos soñado, alguna vez, sin saberlo, lo mismo? ¿Preguntándome, como Stephen King, y a su modo David, qué sueños contienen la almohada de Lovecraft? ¿Preguntándome si algo similar pasa cuando dos científicos que no se conocen investigan y están a punto de hacer importantes descubrimientos en áreas específicas del saber, en puntos apartados del globo? ¿Si hay alguien ahí afuera o aquí adentro mandándonos estas señales, por un radio interestelar o subterráneo? ¿Preguntándome por qué carajos no pasaron la entrevista con Spielberg?