Thursday, February 28, 2008
Scorsese
Wednesday, February 27, 2008
Sobre un viaje a California de 1769
Y fue muy diverto, comimos mariscos, paseamos, tomamos fotos tontas, fuimos a la playa donde me revolcó una ola. Pura alegría. Pero The Road seguía ahí y cada cosa que veía -especialmente esa larga y solitaria carretera que separaba Todos Santos de La Paz- de algún modo me remitía a la novela de McCarthy. Al grado incluso que buscaba señales de ese libro, aunque fueran tan patéticas como algo forzado, un signo de destrucción en un lugar seco e inhóspito (la paciencia de David, recuerdo, y el mucho tiempo que teníamos para matar, permitió que registrara algunas de esas imágenes).
Pero no es de esto sobre lo que quiero hablarles. Como ya había adelantado tangencialmente en la entrada anterior, David me acaba de regalar un libro sobre una expedición que se realizó a California a cargo del astrónomo francés Monsieur Chappe d'Auteroche con el objetivo de registrar el paso de Venus (y no Mercurio, como dije, erróneamente) por el Sol, en junio de 1769. Un libro que yo había visto por primera vez durante aquél viaje pero no quise comprar pues me parecía, no sé, demasiado caprichoso y excéntrico de mi parte. Es un libro difícil, en realidad, que acaso sólo puede interesar a astrónomos o historiadores. Pero a mí me llamó mucho la atención, sobretodo por imágenes como las siguientes, que me recordaban al Codex Seraphinianus:
El libro además está plagado de tablas y catálogos (todo en francés), de esos tiempos en que se pretendía catalogar y leer al universo como si se tratara de una bodega, a fuerza de inventarios. En el muy informativo prólogo de José Gaxiola López se explica que: "Un tránsito ocurre cuando un cuerpo celeste cruza delante de uno más grande y puede observarse desde otro planeta. [...] Los tránsitos de Mercurio son 13 en promedio cada siglo. Es tan pequeño que se necesitan aparatos para observarlo y dura menos tiempo. Los tránsitos de Venus son más raros, más espectaculares. [...] La imagen de Venus en el Sol es lo bastante grande para ser observada a simple vista. El disco de Venus tendrá un diametro de 1/32 (3.125 por ciento) del plato del Sol. La primera cosa que se notará al observar el Sol con un telescopio equipado (con filtro de hidrógeno-alfa) es que el disco solar parece ligeramente más oscuro en los bordes. [...] Venus aparece como un pequeño círculo negro en el disco del Sol, parece adherirse a él como una gota de agua negra sucia de un grifo que se escurre por un limpio y blanco plato. A la mitad del trayecto de repente la conexión se rompe, Venus se resiste un poco, toma distancia para no ser otra mancha, otro grano solar. El mismo efecto del inicio ocurre cuando Venus termina el tránsito. Los primeros observadores religriosos cristianizaron este fenómeno como la "lágrima negra"".
Adoro las metáforas científicas. Buscando imágenes para esta entrada, vía Google, escribí "lágrima negra" y "Venus" en el buscador. Sólo encontré pura cosa emo y pornografía. La pura risa, caray. En fin, lamento un poco que mi memoria me haya jugado una mala pasada y que haya sido Venus y no Mercurio, el planeta en cuestión, en tránsito, pues en mi cabeza ya tenía pensada una entrada, para este su blog ingenioso, muy jocosa que tenía que ver con un gato, este Mercurio -acabo de leer un texto de su dueña, Elizabeth Flores, que me entusiasmó- pero bueno, uno hace planes y la memoria los deshace. Finalmente, un dato interesante: "En los últimos 4 mil años ha habido 53 tránsitos de Venus. No hay registros históricos de ellos, pero se sabe que en 1518 un pasaje de Venus tuvo lugar por la planicie central de México. Moctezuma interpretó este fenómeno como de mal agüero". Ah que el mal agüero y esa tendencia milenaria de siempre esperar lo peor.
Sunday, February 24, 2008
Comienzo hablando sobre unos regalos y luego sobre un texto de Zagal
Friday, February 22, 2008
Thursday, February 21, 2008
Encargo de una u ocho cosas que hacer antes de morir
Wednesday, February 20, 2008
Lo que iba a escribir
Monday, February 18, 2008
Carajo
Sunday, February 17, 2008
Fin de semana
Thursday, February 14, 2008
Nuestro héroe se percata de algo
Wednesday, February 13, 2008
El olor dulzón de la diarrea
Mi cabeza
Nunca la leí. Me daba mucha pereza y la historia se me complicaba, había un constante continuará que me desconcertaba. Pensé, de nuevo, en la palabra caricatura y en una de la que sí era asiduo y que a su modo era la versión güera, futurística y llena de esteroides de este Príncipe Valiente:
Supongo que en este punto pude haber permitido que mi mente se fuera a los recovecos más alejados de mi infancia, o de cierta parte de mi infancia, pero entonces me di cuenta de que estaba pensando todo esto por una cosa que había dicho Javier Bardem sobre el corte de pelo que los Coen habían elegido para No country for old men, algo que iba en las líneas de "por culpa de este corte ya no cogeré en mucho tiempo", algo gracioso y que leí no recuerdo dónde, quizá en IMDB o en una entrevista. Sobre todo quizá por otra cosa que recordé, en la que los Coen habían bautizado, precisamente, este corte como corte de príncipe valiente.
Y ya, eso es más o menos todo lo que pasó en aquél momento, por mi cabeza. Fin del post.Monday, February 11, 2008
Convergencia de National Geographic
El pie de página, por si no alcanzan a leerlo, dice: "In Karachi, Pakistan, Salman Aziz, 11, harvests bits of metal from computer mice. As the volume of electronic waste continues to grow worlwide, so does the need for humane and enviromentally sound ways to recycle the wealth of raw materials inside it". No sólo fue la imagen sino la palabra harvest que me hizo pensar en imágenes parecidas que he visto en la televisión o en panfletos turísticos, en los que, en una playa de agua azul turquesa un niño, moreno y pelo rizado sobre el que perlas de agua salina descansan, se zambulle al mar para conseguir ostras. Regresa, la abre con un cuchillo y se la entrega al bondadoso turista para que éste pueda chupar el molusco directamente de la concha. Delicioso.
Un creyente
Sunday, February 10, 2008
Saturday, February 09, 2008
15. Octubre. 2007.
Es sábado por la noche. Tuve un buen día.
Friday, February 08, 2008
Algunas veces por la noche
-...
-Julio, ¿me habló alguien?
-No.
Thursday, February 07, 2008
Parece arte
Saldo
Una especie de convergencia
Wednesday, February 06, 2008
Cálmate Óscar
Y ya. Cálmate, ¿quieres?
Meditaciones deportivas
Fragmento de conversación
Yo: [¡Atchús!]
Ella: Salud. ¿A poco estás enfermo otra vez?
Yo: Sí caray.
Ella: Te dan muy seguido.
Yo: Sí. Es casi como si me gustara la gripa.
Ella: ...
Yo: Mi cuerpo es débil y marchito*.
Ella: [riendo] Sí, yo creo que sí es débil.
*La expresión se la robé a Julián Zárate.
Chico malo
Tuesday, February 05, 2008
Una especie de convergencia
Monday, February 04, 2008
Rata miserable
Probablemente lo que más me asustaba de Marcel era que, ante los jueces, estas cosas podían pasar sin problema. Cuando, en las semifinales, un chef habló algo sobre el carácter moral de Marcel, los jueces, nada salomónicos, dijeron: "Nos interesa lo que cocina, no cómo se comporta en la cocina". ¡Dios! Debieron ver su cara de felicidad. Su cara de "¿Ven? En esta tierra puedo ser el maldito que quiero ser. Aunque, no lo entiendo, en realidad; generalmente la gente opina que soy muy divertido". ¿Saben a qué otro ratón cocinero me recordaba con su lloriqueo, con su vanidad?
Bueno, en realidad es un topo. Y en realidad no me recuerda a Marcel. Creo que sólo lo puse por las afinidades, er, "cromáticas" de las imágenes. Quería ser ingenioso. De hecho, dudo que a no ser por su vocecita, Topo Gigio tuviera algo que ver con Marcel. Era argentino, eso sí. Y los argentinos tienen esa mala fama, como tiene esa mala fama Marcel. Pero no. Si Marcel tuviera algo en común con alguna rata, sería con Remy. Ambos tienen ese nombre francés. Son ratas, los dos. Y son chefs. Y son, a su modo, innovadores. Pero, veamos. Marcel es una rata en un sentido metafórico. Y no hay ratas, animales, pues, que sean chefs -en lo que se llama la realidad. Y si en la historia de Ratatouille había "innovación" no la había porque algun mentecato se ocupara en deconstruir platillos y en añadirle químicos siguiendo las recetas de la cocina molecular --¡malditos franceses!-- sino porque se reinterpretaban recetas clásicas, se partían de bases sólidas, de tradiciones. Porque se salvaguardaba un tesoro y se presentaba, una vez más, a las futuras generaciones. Es la batalla hermenéutica de siempre: aquellos quienes apuestan por lo Otro, y que pierden, aquellos que apuestan por lo Idéntico, y que pierden también. Y quienes añoramos el agua tibia de siempre, la hermenéutica analógica. Seguiría, pero creo que en un rato pasan Iron Chef.