Tuesday, December 29, 2009

"The power of love"

Cómo es cuando uno está harto. Imagina lo que podría escribir, si tuviera ganas. Le da vueltas y no toma, como quien dice, el problema por los cuernos. Hace horas, al entrar a la privada después de regresar de no les diré dónde pensó en finalmente escribir sobre la no muy distante mañana en que se encontró con el portero de la privada donde vive cubriendo un pequeño, diminuto, para Pitufos, puente de madera con pintura color carne. Por la noche de aquél día, recuerda ahora, encontró que detrás de la caseta donde vela las noches el portero de la privada donde vive, se había colocado un nacimiento con ríos de papel aluminio y una especie de explanada hecha a partir de musgo y papel arena; el puente color carne esaba allí también, acompañado de figuritas de animalitos y luces de colores que parpadeaban. El pesebre tenía en su centro una cuna hecha a partir de una lata de Coca Cola cortada a la mitad. Figuritas que representaban a San José y a la Virgen María miraban con atención la lata vacía (unos días más tarde un muñeco demasiado grande estaría en su lugar, representando a un niño recién nacido). Guillermo, pues hemos estado hablando de Guillermo todo este tiempo, miró la lata de Coca Cola -inspeccionando con discreción, temeroso de que el portero saliera de su caseta e iniciara una conversación que se vería obligado, Guillermo, a interrumpir para finalmente retirarse a su casa- y pensó "El ingenio" y pensó "Los esfuerzos" y pensó que todo eso estaba muy bien. Lo hizo sin sentirse mal (pensar estas cosas) pues no había más que una brisa de ternura en su cabeza, nada más; el reconocimiento, la empatía, el imaginar al portero recortando con esmero una Coca Cola por la mitad. Quizá había otras cosas, en su cabeza, además de la titilante ternura, pero de tanta costumbre (tan familiares eran dichos sentimientos) pasaron como un mal hábito, desapercibidos.
Y también le hubiera gustado escribir de algo más, a Guillermo. Pues hace rato que veía la televisión pasaron Volver al Futuro II y Guillermo pensó por un largo rato en lo que pensó el cartero después de encontrar a Marty McFly en la carretera, bajo la lluvia, tal y como habían dicho las indicaciones con más de 70 años. ¡Eran precisas! ¡Contra toda probabilidad, había alguien ahí, un joven atolondrado en una chamarra de cuero y con rostro de consternación! "Sólo un hombre puede ayudarme", le dijo ese muchacho antes de correr hacia la oscuridad, empapado, dejando al cartero solo con su automóvil. Y al regresar a casa, ese cartero, ¿con qué cara lo haría? ¿Pensaría durante mucho rato en el muchacho, evidentemente desequilibrado, que se encontró en la carretera sin arrojar luz alguna sobre el misterio de la carta con más de 70 años? Sería una historia interesante, averiguar las respuestas a estas preguntas. Y quizá también sería interesante averiguar por qué Alice Braga -pero esto sólo es una impresión- aparece en lo que parecen ser películas exclusivamente apocalípticas o distópicas como Blindness (2008), I Am Legend (2007) y próximamente Repo Men (2010). Igualmente interesante sería averiguar si es significativo que el personaje de Sean Connery en Der Name der Rose (1986) se llame William, igual que en Finding Forrester (2000) y que en ambas películas su enemigo intelectual sea intepretado por F. Murray Abraham. ¿Por qué es esto? ¿Por qué repentinamente estas preguntas, estas ansias, este hartazgo? No lo entiende, no lo entiende.

Monday, December 28, 2009

Lecturas de 2009

En el blog de Hermano Cerdo continúan con el especial de las lecturas del año. Acá las más memorables de las que hice. Luis Panini, David Miklos, Javier Moreno, René López Villamar y muchos varios otros enlistaron las suyas.

Wednesday, December 23, 2009

Feliz navidad

No hay una razón particular por la cual ahora deba ponerme a contarles esto, ahí les va, sin embargo; paren oreja. El otro día manejaba a casa y me subí a un distribuidor vial que fue construido a modo, digamos, de parche, con una planeación, digamos, de muy en el ahora y el aquí; así la cosas, desde este camino uno puede ver dentro de edificios de departamentos que se han visto obligados ahora a sacarle más provecho a sus cortinas. Como a la mitad del camino vi que un motociclista se había detenido, era de noche y llevaba una chamarra negra, pantalones negros, casco negro y motocicleta negra. Estaba allí, pegado a uno de los extremos laterales del distribuidor, de pie, el motor aún en marcha. Lo pasé de largo y ya que lo iba dejando atrás concluí que el motociclista se había detenido no por un desperfecto ni para atender una llamada, sino porque estaba viendo algo -estaba viendo, en efecto, hacia lo que estaba más allá del distribuidor, un hotel de paso cuyas ventanas daban ahora al distribuidor vial. No pensé de inmediato que estaba intentando ver dentro de una de las habitaciones, ni imaginé qué es lo que podía o quería ver, pero sí pensé que quizá -es muy extraño esto- era un detective en una misión, un detective privado a quien se le había encargado vigilar a un hombre de negocios o a una mujer y que la pista lo había conducido a ingeniárselas para ver, o intentar ver, dentro de una habitación, desde un distribuidor vial. Después pensé, nomás, que era un pinche cochino pero no dejó de sorprenderme que funcionara así mi mente.

Tuesday, December 22, 2009

Una simple formalidad

En las noticias, esto:

"El actor francés Gérard Depardieu fue interrogado por la Policía de una comisaría de París después de haber causado graves desperfectos a un vehículo".

Y esto otro:

"La justicia estadounidense reachaza abandonar la persecución contra Polanski"




Anotaciones

Leo Under the dome de Stephen King. No sé por qué. También empecé a leer El estudio en escarlata, de Arthur Conan Doyle. Para leer estos libros interrumpí la lectura de El Don apacible.

Monday, December 21, 2009

Los peces en el río

"Beben y beben y vuelven a beber, pero mira cómo beben de ver a Dios nacido".

Friday, December 18, 2009

Mythobarbital



Vía OB. Un adelanto de "Mythobarbital / Fall of the Titans", de la compañía Abattoir Fermé.

Wednesday, December 16, 2009

Friday, December 11, 2009

Colaboré en Istor


El número actual de Istor está dedicado a la Historia Antártica, celebrando los 50 años del Tratado del Antártico. Colaboré con un detallado reporte sobre mi expedición más reciente a ese tierra de nadie. También colabora Adrian Howkins con su texto Las sombras de Amundsen, Scott y Shackleton. Mi colega Cornelia Lüdecke colabora con su Exploración científica de la Antártida. También pueden leer el texto de Jorge Berguño, Evolución y perspectiva del Sistema Antártico y a Klaus Dodds con La administración del continente polar. Igualmente, encontrarán textos de Robert Musil, Rafael Rojas, Joseph Hodara y al inmortal César Albarrán.

En realidad lo que hice fue reseñar Recordatorio de Federico Gamboa de Álvaro Uribe. A continuación un fragmento no de mi reseña ni de Recordatorio... sino del diario de Gamboa, en el que anota sus impresiones al visitar las catacumbas de París:

"Estremece el pensar lo que significa contubernio semejante; pensar que una mano extraña haya colocado junto al fémur de un criminal la tibia de una virgen, que la calavera de un santo corone el esqueleto de una prostituta, que los niños anden revueltos con impurezas y pecados, y que el todo sirva de exhibición al vulgo, a cualquiera que obtiene una tarjeta, a ignorantes que se las dan de espíritus superiores y a señoras que chillan ante la mirada negra y la eterna mueca de los pobres cráneos, colgados aquí y allí, cual condenados por delitos ignotos a la peor de las picotas: la curiosidad malsana de las multitudes".

Si a usted le da curiosidad leer esta excelente revista, ¡corra a comprarla!

Wednesday, December 09, 2009

Me compré un café

Tengo aquí a la izquierda el segundo café del día, normalmente lo tomo inmediatamente después de comer pero hoy no comimos juntos, los compañeros de la oficina y yo, como normalmente hacemos (uno de ellos comió en compañía de su encantadora novia y el otro, sospecho, se fue a ver un partido de fútbol a su casa; lo hubiera acompañado a verlo en el restaurante de comida yucateca como hemos hecho en el pasado, pero quiso la fortuna que mi padre me hablara para invitarme a comer con mi hermana). Así, después de comer en familia, caminé hasta el puesto del café que se encuentra junto a los tacos de guisado a los que a veces vamos, los de la oficina y yo y el resto de los oficinistas de la zona a quienes se les apetezca, y me encontré con la simpática vendedora de café que usualmente se encuentra allí no en las tardes sino en las mañanas. Dadas las circunstancias, me animé a preguntarle: "¿Ahora estás en las tardes?". "No, es que en la mañana fui a hacerme un nuevo look". Acompañó la frase con una especie de saludo marcial para subrayar el mohawk que ahora adorna su cabeza. "¿Veniste en la mañana?", me preguntó. "Sí", le dije. Y añadí, "Pero ahora me voy a llevar el café a la oficina...". En este momento, me percaté, bajé la voz y decidí que sería mejor no ahondar en explicaciones -no sé por qué decidí esto. Nos despedimos y ahora estoy aquí, en la oficina, esperando a que el resto de los compañeros regresen de donde se encuentran. Pero, todo esto, ¿le interesa a alguien? En la última entrada escribí que me había cortado el pelo. Y es verdad, me lo corté. Pero, ¿para que estás tú ahí leyendo esto? No lo entiendo. Es un misterio.
Ah, pero qué bien me sentí ayer cuando René pasó a visitar a la oficina (es un decir, en realidad vino a tratar asuntos y negocios de suma importancia) y me dijo que había leído que me había cortado el pelo. Uno continuamente descubre, con sorpresa, que posee un ego.
Ya cambiado el tema, no olviden leer "El clon", el texto que René escribió para el número más reciente de La Tempestad (en cuya oficina, como ya adivinaron, es donde me encuentro). Creo que es el único texto en la historia de la revista en el que se menciona a Arnold Schwarzenegger desde el primer párrafo. Normalmente no se le toma en cuenta sino hasta como la mitad del cuerpo de los materiales que nos envían. Me despido con ese chiste.

Saturday, December 05, 2009

Me corté el pelo

Me sorprendió encontrar la peluquería vacía excepto por un par de peluqueros. Obligado a hacer conversación -aunque después de un rato se disculpó por no permitirme leer con lo que consideró interrupciones- el peluquero me contó el modo en que la crisis les había pegado, ahora las personas espaciaban más sus visitas mensuales y dejaban pasar más tiempo entre corte y corte (así fue como me recibió: "¿Ya había pasado tiempo desde la última vez que viniste, no?", "Pues, el mes", le dije, "No", me dijo, "creo que tiene más tiempo"; estuve a punto de explicarle que quizá se debió al fin de semana que pasé en cama enfermo -ahora sólo puedo cortarme el pelo los fines de semana- pero no quise insistir con explicaciones). Le dije algo así como que finalmente a todos nos había pegado la crisis y que al menos el pelo no dejaba de salir, pero me encontré con una persona que sólo asentía y esperaba el momento en que se viera libre de la necesidad de hablar por cortesía, o al menos esa fue mi impresión; nada, ningún conocimiento, iba a salir de nuestro pequeño intercambio, nutrido por la cortesía de quienes se embarcan en una relación servicial. Cuando callamos, en el libro que leía antes de empezar a hablar con el peluquero, El nacimiento de Alexéi Varlámov, leí la última frase de un capítulo: "Lo único que deseaba era que terminaran la espera, los miedos, los sueños, esta gravedad, no en vano llamada así por su peso".

Thursday, December 03, 2009

Sueño recurrente

Anoche volví a soñar que visitaba una tienda de cómics que a veces era librería. Es un sueño recurrente. Encontraba varios números atrasados de revistas que no llegan a México pero que siempre quiero. Es un espacio curioso, el de esta librería con la que sueño a veces. Me ha pasado que entre las noches que lo sueño y las que no, pasan meses o incluso años y cuando vuelvo a soñar con el local, a veces sé, sencillamente, que ha cambiado de administración o que el catálogo entero de lo que venden ha sido modificado. He llegado a soñar que visito el local pero está cerrado, clausurado, orillados a la bancarrota por la falta de negocio. Anoche, sin embargo, cuando soñé, la tienda era visitada por mucha gente y el negocio parecía próspero.

Ayer me subí a una báscula

Subí de peso.