Tuesday, April 28, 2009

Diario de la peste: encerrado en casa


Por la noche juego ajedrez contra la computadora. No gano un solo juego. Juego en la modalidad de Humano contra Computadora. Hay otras modalidades, Computadora contra Computadora, Humano contra Humano y la que más me intriga, Computadora contra Humano. No comprendo pero tampoco le doy click a las otras opciones para averiguar precisamente en qué consiste la modalidad Humano contra Humano (¿mi máquina busca en línea otro oponente?, ¿materializa a un contendiente?), ni Computadora contra Computadora (¿la máquina juega contra sí misma?, ¿busca en línea otra computadora?, ¿me transforma en computadora?). La razón principal por la cual no averiguo en qué consisten las otras opciones es que me gusta poder tenerlas allí, como un perenne misterio, como una estrella que brilla a años luz de distancia y que a ojo pelón parece estar ahí aunque, ¿quién sabe?, ¿un astrónomo?, sólo un astrónomo que supiera calcular estas cosas sabría si dicha estrella realmente está allí o si sólo vemos los rayos de luz que nos han alcanzado después de millones de años y -en fin, misterios.
Calor inmundo.

2 comments:

Anonymous said...

disulpe. Podría dejar de decir computadora?
El Sétpimo Sello!!! Me recuerda a una canción de Brian Molko. Molko.
Hace un calor de los mil demonios.

Falma Telemna said...

A mi me encierran en la oficina, a pesar de lo que diga la secretaría de salud, y me muero por hacer una sesión de peliculas para acompañar al fin del mundo, y por supuesto el septimo sello es mi elección para comenzar, seguida de resident evil, exterminio, soy leyenda, y varias más que han ido surgiendo como alternativas. Y si empiezo con el septimo sello, es porque si la dejara para el final, seguramente sería más perturbadra y me agarraría casi dormida.