Tuesday, April 14, 2009

Franco Volpi



Jesús Salazar y Mario Gensollen mandaron el siguiente correo con una triste noticia:

Queridos amigos.

Les escribo para darles una tristísima noticia.
Nuestro queridísimo y genial amigo Franco Volpi, ha muerto.
Este lunes, mientras daba un paseo en bicicleta, fue arrollado por un automovilista. Entró en coma irreversible, y a las pocas horas falleció.
Nos encontramos tan consternados como ustedes en este momento. Nos duele saber que no volveremos a reír, a platicar, a caminar con nuestro amigo Franco. Hace un momento Mario me recordaba la última conferencia que le escuchamos, en la Feria del Libro de Guadalajara, en noviembre, ahí decía, en el curso de su plática, que la muerte debía sorprendernos haciendo lo que nos gusta. Franco amaba esos paseos en bicicleta. Nos consuela saber que lo quisimos, lo admiramos, lo disfrutamos como buenos amigos.
Nos unimos a la pena que su partida nos deja.
Un abrazo.
Jesús Salazar
Mario Gensollen

4 comments:

Guillermo Núñez said...

Tuve ocasión de platicar alguna vez con el Dr. Volpi. Entonces yo era asistente del Dr. Zagal y me pidió de favor que pasara por Volpi a su hotel pues iríamos todos a cenar. Entonces yo tenía una novia, fluida en el alemán, quien entretuvo al doctor platicando sobre cosas que no entendí. Platicaron durante todo el trayecto hasta el restaurante donde nos encontramos con otros amigos, Vicente de Haro y Héctor, según recuerdo. Volpi nos platicó algunas anécdotas sobre Heidegger y Hanna Arendt que nos hicieron reír mucho.
Es una triste y terrible noticia.

Guillermo Núñez said...

Y ahora recuerdo algo: cuando Volpi dio una conferencia en la UP (yo debía estar en los últimos semestres de la carrera) se me ocurrió escribir un cuento en el que Volpi era un personaje. Un cuento, ay pero qué tonto es esto, sobre zombies. En el cuento, creo recordar, los muertos invadían la universidad.
De vez en cuando, pasados los años, imaginaba que se lo mandaba y daba a leer pero nunca me atreví.

María Fernández-Aragón said...

Qué triste. En verdad que era un tipo simpático y seguramente muy listo. Yo no sé de filosofía, pero sí sé que todavía le debo uno de los mejores consejos de mi vida (que aún no pongo en práctica - atención políglotas): las lenguas se aprenden en la cama.

In said...

había olvidado ese consejo que dijo María... lo recuerdo perfecto. Pues yo sí lo llevé a cabo.