Thursday, March 16, 2006

La pastilla.

Desde hace unos días tomo una pastilla diariamente, por las mañanas. La tomo envuelta en un material café y en un muy amarillo jugo de naranja, momentos antes de salir corriendo de casa para llegar al trabajo. Son vitaminas del complejo B. Me ayuda a no estar tan tenso, al menos eso me dicen, y gracias a ellas desde hace un mes aproximadamente ya no me tiembla mi ojo izquierdo ni me duele el cuello. También me ayudan a ver el futuro y a no temerle la muerte. Entre las cosas que veo en el futuro está, precisamente, mi muerte (debajo de un tren, en las afueras de Krakovia; es realmente horrible, pero, como ya he dicho, no me asusta). Otra cosa que veo en el futuro es que, como en Nueva Zelanda, eventualmente, sin poder decir precisamente cuándo, en México se pondrá de moda el no usar zapatos. Veo a gente caminar por los supermercados, restaurantes y centros comerciales totalmente descalsos, con las plantas de los pies completamente ennegrecidas, como si nos encontráramos en un pueblo. Y todos se ven contentos. También, en el futuro, veo la muerte de Refu, mi labrador chocolate, y que yo comienzo a usar barba. También veo a los cachorros de Refu, mi primera novela publicada y una figura muy similar a la mía, pero anciana y en cunclillas frente a una pequeña fogata, quemando un manuscrito de unas dosceintas hojas. La vitamina B, debo decir por otra parte, sabe a diablos.
Cuando tomo esta pastilla recuerdo la pastilla de Tokio ya no nos quiere y las pastillas de Un mundo feliz y la pastilla que se toma aquél cincuentón en aquél gran cuento de César Aira que se llama--oh, también esta es otra cosa que me provoca la pastilla, me distraigo fácilmente. Me gustaría ser un pajarito.

5 comments:

david-. said...

¡El nombre! ¡El nombre de la pastilla!

Adriana Degetau said...

mmmmm... paaastiiiilla

Enrique G de la G said...

Anoto aquí, para que no se traspapele, la talla de mis zapatos es de 45 puntos parisinos (sistema europeo), 12 cuando son Nike, 11.5 si Timberland y 10 si compro en México. Una tabla de conversiones (http://www.i18nguy.com/l10n/shoes.html) me indica que mi talla sería 29.5 en Japón, 40 en Rusia y 279 en Corea.
Un gran saludo y felicidades por lo publicado en "La Tempête", en "El Polemista" y por "El inquilino" (literatura toda ésta que se puede encontrar en cierto departamento berlinés).

lafiebredelmono said...

quien te mando complejo b?

Tormentas said...

o sea, no sé si los demás también lo ven, pero pienso que si no vas nunca a krakovia.... serás inmortal