

El poema de Rilke del que habla Weschler es Torso de Apolo Arcaico, de 1908, que dice así:
No conocemos la inaudita cabeza,
en que maduraron los ojos. Pero
su torso arde aún como
candelabro
en el que la vista, tan sólo
reducida
persiste y brilla. De lo contrario,
no te
deslumbraría, la saliente de su
pecho,
ni por la suave curva de las
caderas viajaría
una sonrisa hacia aquel punto
donde colgara el sexo.
Si no siguiera en pie esta piedra
desfigurada y rota
bajo el arco transparente de los
hombros
ni brillara como piel de fiera;
ni centelleara por cada uno de sus
lados
como una estrella: porque aquí
no hay un sólo
lugar que no te vea. Debes
cambiar tu vida.
4 comments:
Bien "encontrado" este sosias (triple).
Ese poema aparece, en un contexto distinto (menos plástico, menos iconográfico, más mnemotécnico), en Another Woman, de Woody Allen. Y es un gran poema. Quizás el mejor de Rilke. Por lo menos mi favorito.
yo te prestaría another woman si me hubieras llamado antier para ir a ver la película de wes anderson
Rencoroso.
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