Friday, February 18, 2011

Entrada 1491

P.V.:

Mi propensión, mi vicio, mi naturaleza, mi ley de la menor acción -es librarme de todo por producción de ideas. Esta secreción, o emisión, o formación, es mi arma natural -Y yo he encontrado - (mi Yo no pensado, espontáneo) en la noción de conciencia-de-sí una exaltación maravillosa de esta función natural.
Me quedo sin recursos en todas las ocasiones en que la invención no sirve de nada, o es imposible (1935. Sin título, XVIII, 105).

29-7-35. W.

Esta noche me siento de un solo, de un sombrío, de un triste extremos.
Me cayó esto de repente sobre el alma hacia las 8 como una niebla cae bruscamente sobre el mar.
Sin embargo hay que comer, casi hablar, a pesar de un enajenamiento tan poderosamente instalado, tan fuerte contra toda palabra, e incluso contra todo pensamiento positivo. Del mismo modo que tememos mover lo más mínimo el miembro que nos duele, que nos dolería, así presentimos los pensamientos que vendrían, que están ahí, y este nosotros se inmoviliza en una especie de estupor, en medio de un bosque de posibles ultrasensibles.
De ahí surgen ganas de gemir, -sombras de insultos- fantasmas de gritos, -rabias sordas.
Y luego: ¿hay algo más tonto que la tristeza? piensa -y la sensación de esta tontería viene a sumarse a la amargura del mal día, a perfeccionarla... (Íbidem, XVIII, 234).

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