Se encuentra indeciso de lo que le gusta de ella, si es cuando lo hace reír, si es cuando lo conmueve, si es cuando le habla de cosas serias o si es cuando no se comporta como una mujer infecta. Cuando se comporta como una mujer infecta y él la juzga, se preocupa de que su juicio alcance a dañar la imagen que tiene de la mujer que lo hace reír, de la mujer que lo hace reflexionar sobre el mundo y lo que considera cosas serias, la mujer que lo conmueve y en fin, las mujeres que son ella y de las cuales él quisiera ocuparse, y no así de esa otra mujer que a ratos se comporta como si fuera su enemigo, azotando puertas, truncando conversaciones, arrojando frases dolorosas. Pero son todas la misma mujer, de eso no puede tener dudas, pues su cariño descansa sobre esa certidumbre, y se encuentra indeciso sobre lo que significa su indecisión. Pero se recuerda, por otro lado, que la pureza de corazón nunca se encontrará en las certidumbres sino, siempre, en la duda.
Tuesday, July 05, 2011
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