Sunday, April 09, 2006

Más sobre mi vida de sultán.

Le di una moneda de cincuenta centavos a un mendigo, pues me la pidió. Noté que sus manos eran callosas. Me dio asco y luego vi mis manos y noté que no me daban asco, misma razón por la que las utilizo para variadas actividades, algunas de las cuales me producen placer. Mucho placer.
Estoy en la estación del tren, en la zona oriente de Lisboa. Estoy esperando a que llegue mi tren. Acabo de comprar un boleto. Me costó 140 euros pues incluye un compartimento privado con cama. Además de mis libros, esto es en lo que más he gastado durante todo mi viaje, en parte porque quiero llegar fresco al aeropuerto de Madrid, de donde parte mi avión hacia México. El miércoles debo estar en Valle de Bravo, para seguir con mi agotadora vida de Sultán.
Ahora debo irme para contemplar otro rato mis manos.

2 comments:

Adriana Degetau said...

hola sultán! qué bueno que ya estarás de regreso!

Anonymous said...

no se estoy en la cierto, pero ya hablamos de esto en algun momento, en alguna situacion. recuerdo lo del sultan. yo hablaba de tus manos de trabajador, o algo asi. un saludo. que bueno que estas de vuelta.
benjamin