Tuesday, October 09, 2007

Hotel Kafka


Este periplo parece que sirvió para, después de algunos años, convertirme simplemente en un escritor contemporáneo, que casi sin darse cuenta ofrenda su vida no a la crianza de animales ni a una serie de ejercicios espirituales capaces de darle a su existencia una dimensión onírica mayor, sino que el verdadero deseo terminó siendo la palabra, no sólo crearla sino compartirla en una escuela que dirijo con un grupo de futuros escritores que, semana a semana, se reúnen, con una fe admirable, para tratar de desentrañar el sentido oculto de los textos.

Mario Bellatin, El Gran Vidrio

De Hotel Kafka creo que me enteré por Adriana Degetau quien durante un tiempo me estuvo mandando información sobre distintas escuelas de escritores. Incluso creo que me llegó a inscribir o a ponerme en el mailing list de una en la que mandaban como "tareas" para escribir, con las cuales nunca cumplí. Hotel Kafka es una escuela para escritores en Madrid. Tiene talleres de escritura creativa, de guiones, cómics y algunos cursos monográficos. La gente va, se reúne, discute sus textos o escucha al profesor y se retira. También tiene una librería y una "recepción" porque, pues, todo es muy exótico y profesional. (Por alguna razón pensé, justo en este momento, y quiero compartirlo pues quizá simboliza algo, aunque probablemente no y sólo sea muestra de cómo, a veces, funciona mi cabeza; en fin, pensé en una noticia que leí en Ciudad del periódico Reforma hace rato, sobre una chica a la que descuartizaron y cuyo cuerpo encontraron en el departamento de una de sus "parejas sentimentales", un tal José Luis Calva Zepeda quien se hacía pasar por un artista; en el departamento que rentaba, además del cuerpo, los miembros de la policía encontraron panfletos con poemas).


Yo asistí a una "escuela de escritores", la EDDE que dirige Mario Bellatin y donde uno nunca jamás lee ni muestra sus textos, sólo va y escucha, pero no escucha, al menos no siempre, a escritores sino a artistas de otras disciplinas, digamos coreógrafos o escultores. Pues, se piensa, se considera, y lo creo, uno no puede enseñarle a otra persona a escribir. A lo mejor puedes animarlos, ayudar a que encuentren su camino. El objetivo de enfrentarnos a artistas de otras disciplinas era para que observáramos su propio proceso creativo. También, otro objetivo, era quitarnos las mañas que uno, como escritor, inevitablemente adopta.


Recuerdo un alumno en la preparatoria quien tenía inquietudes literarias. Además de recomendarle algunos libros que creí que le gustarían e incluso revisarle algunos textos --creo que llegué a dejarle algunos ejercicios de redacción-- cuando me pedía ayuda me sentía, la mayor parte del tiempo, como un completo inútil. "No puede enseñarse a escribir", me excusaba. Y bueno, este chico, que terminó estudiando Derecho --quizá para escribir por las noches o anotar cosas en un cuadernito que esconde-- parecía creerme sin desanimarse. Tiempo después, creo que através de MSN, le pregunté algunas cosas sobre su vida, su carrera y lo que estaba leyendo en ese momento. Me dijo que había comprado El arte de enseñar a escribir, el libro de memorias que salió de la EDDE. Pueden leer una reseña de ese libro aquí. No he leído el libro pero supongo que ha de estar interesante.


Lo que yo hago cuando siento que estoy estudiando para escribir, además de leer, por supuesto, es leer específicamente entrevistas a autores. Es como el mejor MBA en literatura creativa que pueda tenerse. También, y a diferencia de lo que se lee en este blog, creo que me esfuerzo reescribiendo cosas. Pero no soy tan diligente en esto, sospecho, como a veces hago creerme. Creo que estoy diciendo, en general, que cierto tipo de "escuelas" para escritores sirven para ciertas cosas, pero ciertamente no para escribir. Sirven para que uno conozca gente, por ejemplo. Y para ocuparse. Y para inflarse la ilusión de convertirse en escritor. Pero uno escribe en silencio y a solas. Uno falla a solas. No hay otra manera. Y sin embargo, la supuesta Escuela dinámica de escritores de Bellatin siempre me pareció genial por esto: pues uno no aprendía a escribir sino a darse cuenta de cuáles eran los caminos erróneos y los caminos correctos, considero. Humildad, brinda, esta escuela que, por cierto, al parecer abrirá nuevas "franquicias" en otros países de América Latina. Los dos años que pasé ahí fueron un par de buenos años. Me quitó una especie de presión.

Historia curiosa: hace un par de días mi hermana estaba en Nueva York. Le había encargado un par de libros y le había dado las direcciones de las librerías donde podía encontrarlos. Me mandó, entonces, un mensaje por teléfono para preguntarme si la dirección que le había dado era la correcta. "Sí", le contesté. "Es que en frente tengo un edificio donde venden cosas para superhéroes", me explicó. "Es ahí", le dije. Fueron muchos mensajes. Es que es difícil de explicar.

La Brooklyn superhero supply sólo es la fachada de uno de los centros educativos que McSweeneys ha creado. Tienen en otras ciudades como Seattle, Los Ángeles, Chicago y la única que conozco, San Francisco (ahí, ademá de libros, se venden cosas para piratas; ojos de vidrio, banderas, espadas, etcétera). Aunque en su mayor parte está enfocado a tareas que tienen algo que ver con la escritura, a los niños se les da asesorías en otras materias. También, aunque menos, hay seminarios para adultos interesados en escribir o publicar revistas u otras monadas editoriales. También, venden libros.

15 comments:

dm said...

Lo que vd. necesita es reservar un cuarto y pasar una temporada en el Hotel Fruta. Dejará de escribir, sin lugar a dudas, y se dedicará a actividades más nobles como la degustación contemplativa de las moras silvestres.

Adriana Degetau said...

Escuela dinámica de escritores famosos que buscan ser escritores famosos.

Unknown said...

Perdón amigo no puedo leer tantas párrafos

Guillermo Núñez said...

¿Perdón? No, pues yo lo siento por tí. Espero que se te quite pronto. ¿Es grave? ¿Qué dicen los médicos?

Adriana Degetau said...

le pasó algo en el ojo?

Guillermo Núñez said...

Le dio el mal del ojo cansado.

Guillermo Núñez said...

U ojo seco.

JoséManuel said...

pero lo verdaderamente interesante sobre bellatin no es su escritura, sino la historia que esconde su garfio (creo q en la mano izquierda). espero algun dia saberlo, mas que aprender a escribir

Adriana Degetau said...

no, yo soy la del ojo seco guillermo. No andes inventado.

Unknown said...

No es muy grave, los médicos me han dicho que viviré cumpliendo casi todas las funciones normales de mi vida biológica...

Francisco Palacios said...

¿Y dónde puedo reservar?

Guillermo Núñez said...

Rodrigo, te deseo todo lo mejor. Además, te verás cool con parche de pirata. Como James Joyce.

lapinturaquenohice said...

hola, me podrias decir si la esucela dinamica tiene sitio en internet?
claudia

Guillermo Núñez said...

Estimada Claudia, tenían página pero ahora no tienen o no es la misma.

La dirección física es calle Citlaltépetl 25, Col. Condesa.

Silvia Nanclares said...

Yo mandé a mis padres a por libros a la sede McSweeney's,s de Chicago y tb me mandaban mensajes extraños del tipo: "Esto no es una librería, es una tienda de material para espías". Y yo: "Sí, sí, es ahí. Entrad." Me ha encantado tu historia...