Tuesday, June 02, 2009

Olores como personajes

Leía esto, sobre Green Aria, una ópera de perfumes, cuyos personajes son olores en un "drama abstracto" que gira en torno al encuentro de la naturaleza con la tecnología. La ópera consiste en piezas musicales pregrabadas acompañadas por perfumes específicos que se esparcen en el público a través de dispositivos en las butacas. Al final de la pieza, los perfumes vuelven a esparcirse en el público (mientras sus nombres se proyectan en pantalla), como personajes al final de una ópera: "The loudest ovation went to the faintly sulfurous, aptly named Funky Green Imposter".

Comentaba eso con una compañera de la oficina:

Guillermo dice: (06:20:22 PM)
En Animal Kingdom, de Disney, tienen uno de esos shows interactivos en 3D basado en A Bugs Life, ¿no?, y hay un momento en que un bicho, pues, se tira un pedo.
Guillermo dice: (06:20:33 PM)
Y huele mal pero a la vez no.
[Compañera de la oficina] dice: (06:20:42 PM)
¿Cómo que a la vez no?
Guillermo dice: (06:20:55 PM)
Pues no huele a pedo, para empezar.
Guillermo dice: (06:21:05 PM)
Es como... como un zorrillo pero en negativo.
Guillermo dice: (06:21:10 PM)
No sé cómo explicarlo.
Guillermo dice: (06:21:26 PM)
Almedrosón.

Me imagino que más adelante veré cómo lo hace Proust, pero encuentro que de las cosas más difíciles de evocar -no sólo de nombrar dicha evocación, sino realmente de intentar reproducir en la memoria- son los olores. En fin, todo esto no deja de ser, por su parte, evocativo: recordé aquella pintura donde se representa un pedo, en el King Cole Bar (acá), y un texto de 2004 de Vendela Vida sobre los olores en la literatura contemporánea americana, acá.

2 comments:

Falma said...

La verdad es que al pensar en letras con olores pienso en el perfume de suskind, pocos libros me han hecho oler y apreciar tanto mi olfato como ese, y bueno, no pude evitar que por mi cerebro, con la anecdota de Animal Kingdom, pensara en que serguro eran como las estampas de rascahuele y que seguramente esa experiencia es como comer los jelly beans de bertie bots que vendían a partir de Harry Potter. que los malos sabían muy mal, pero casi ninguno sabía a lo que se suponía que debía saber.

María Fernández-Aragón said...

Antes, soñaba con películas olorosas (estragos causados por los "rascahuele"). Luego leí que el odorama fue todo un fracaso. Y cómo no, pienso ahora, si el mundo apesta.