Sábado. Levantarse, correr, escribir, desayunar, bañarse, arreglar la bicicleta prestada, devolverla, regresar a casa en Metrobús, ver televisión. Leer algo de Curso de literatura europea, de Nabokov. No tomar apuntes excepto una nota, mental: no leer a Jane Austen. Volver a considerarlo, unas medias horas más tarde. Comer: sopa, empanizada, arroz, agua de limón, café. Más café. Café con Nabokov. Jane Austen, quizá deba leerla. Pero, ¿seguir leyendo a Nabokov? Televisión. Culpa. Pensar volver a Nabokov y saltarse sus lecciones sobre Austen, Dickens y pasar a su lectura de Madame Bovary, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Por el camino de Swann, La metamorfosis y Ulises. No volver a Nabokov, seguir con la televisión hasta que dan las horas de dormir. Domingo. Despertar, levantarse, correr, escribir, desayunar (mal), bañarse, leer a Nabokov, decidirse a no leer a Jane Austen a menos que se consiga una vida con más tiempo, cambiar de Nabokov a Heimito von Doderer, Los demonios. Salir de casa, Los demonios en mano. Comprar boleto (1) para el cine. Comer, hamburguesa, cerveza, papas fritas, leer Los demonios. Dejar el restaurante. Ver revistas. Ver libros. Comprar café, leer Los demonios. Entrar al cine. Salir del cine. Regresar a casa. Ver televisión, nada. Culpa. Leer Los demonios. Cenar (mal). Dormir. Lunes.
Monday, July 19, 2010
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3 comments:
No leer a Jane Austen, algo de lo que te puedes arrepentir más adelante.
Además, la historia ya demostró que no hay que hacerle mucho caso a Nabokov.
Hay cierta belleza en la repetición de esas iniciales. Una horrible belleza. Nada, al diablo con la culpa. ¿Qué viste en el cine?
Impecable
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