Es como si se fuera a instalar, el peso, pero su existencia es breve. Más bien: se asoma, como un órgano tierno. Si le presto atención permanece. Parece un opresión del diafragma pero luego se aclara su forma, la sensación de acidez, como un susto contenido, distendido aunque persistente, una mancha de tinta, humor en el agua.
Puedo provocarlo.
No quiero provocarlo.
Le veo ventajas pero-
También hay una sensación física en mis costados, no sólo en el pecho. La misma idea: la idea fija. ¿Cómo atender la sensación tenue sin ajarla? No es algo que pueda mirarse insistentemente sin atravesarla, esa tela de araña.
Sin quererlo, en el pasado, me he abandonado a la sensación. Ahora que comienza a remojarse en la espesa salsa del sentido común es cuando puedo considerarla, debilitada.
La impresión de sensaciones que se alimentan de otras, parasitarias.
Puedo provocarlo.
No quiero provocarlo.
Le veo ventajas pero-
También hay una sensación física en mis costados, no sólo en el pecho. La misma idea: la idea fija. ¿Cómo atender la sensación tenue sin ajarla? No es algo que pueda mirarse insistentemente sin atravesarla, esa tela de araña.
Sin quererlo, en el pasado, me he abandonado a la sensación. Ahora que comienza a remojarse en la espesa salsa del sentido común es cuando puedo considerarla, debilitada.
La impresión de sensaciones que se alimentan de otras, parasitarias.
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