La guardia que asignaron a la sala donde se encontraba Estanque de Marcela Armas nos pedía que tuviéramos cuidado con la pieza. "¿Cómo funciona?", preguntó un hombre. "No, no funciona...", empezó a contestar la guardia, cansada,"...es una pieza de arte", prosiguió. Me alejé cuando logró volver a pedirles que tuvieran cuidado con la pieza. La esposa del hombre, harta de que le pidieran que tuviera cuidado, empezó a dar unos grotescos brinquitos infantilizados al tiempo que gritaba: "¡Tendremos cuidado, tendremos cuidado!" Los lentes que llevaba colgando en el escote se le cayeron al estanque de aceite quemado. Hubo un escándalo. Fue muy desagradable.
Sunday, June 30, 2013
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