Friday, March 04, 2005

Estómago deshecho

Dos noticias:
La buena, encontré un cuento de Bolaño que no está en ninguno de los libros de cuentos de Bolaño que tenía. El librero de la casa del refugio del poeta, en Zitlatépetl, la Condesa, me regaló la revista en el que viene y le estoy eternamente agradecido. Una gran persona, este librero. Creo que se llama Víctor.
La mala noticia es que tengo el estómago deshecho.
Estómago desecho, a.k.a. mi amiga Adriana, se levantó del sofá en que el estaba acostada y se fue corriendo. Esto sucedió hace un par de días. Cuando lo hizo me pregunté si olía mal, yo. Y tal vez, pensé, por eso se había tan derrepente, corriendo. Fue un gesto extraño. Adriana me odiará por decir esto, pero me recordó exactamente a mi perra, cuando estaba viva. Mi perra era capaz de levantarse e irse corriendo cuando algo llamaba su atención (un ruido que yo no escuchaba, un movimiento en el pasto que yo no notaba). Pues así fue. Más tarde me enteré de Adriana tuvo que irse corriendo porque debía vomitar. Por segunda vez.
Este blog es educativo.
Presten atención.
El estómago desecho es el estómago que sólo contiene una mínima cantidad de lo que contenía antes. Desecho, pues, es sólo una partícula, vil, pequeña, inmunda; un residuo.
Yo no tengo el estómago desecho. Yo tengo el estómago deshecho, gracias a unas jodidas Buffalo Wings que comí anoche en Hooters. Y todo porque Guillermo, el otro Guillermo, ese Guillermo que no soy yo pero también es amigo de mi amigo Julián, decidió alburear a la camarera. Lo sé. Suena como si este Guillermo fuera mi oscuro hermano gemelo. No es así. Este Guillermo es tan real como las agruras que siento. Guillermo pidió unas buffalo wings con picante. Después le preguntó a la camarera si ella comía picante. Etcétera. Nos trajeron un plato de buffalo wings muy picantes y un plato de buffalo wings enfermizamente picantes. La salsa de esas tres buffalo wings que se crearon en el infieron fue elaborada a base de habanero. Y como no las probé (sólo olí la salsa y la probé en la punta de mis dedos) fui reprimido. Me llamaron Poco hombre. Me llamaron Mujerzuela. Me dijeron: "Primero no tomas Pulque y luego no comes esto. Es el colmo". Probé Pulque. No sé por qué Julián decidió que yo no probé pulque aquella vez que probamos pulque. Oh. En fin. Las otras buffalo wings me hicieron llorar y sudar. Guillermo, el otro, afirmó que comer esas buffalo wings después de las buffalo wings con salsa de habanero era como comer caramelos.
Dijo: caramelos, con voz de Homero Simpson.
También: la mesera me pidió una identificación, como es costumbre. Me preguntó mi edad. 22, le dije. Después dijo que tenía cara de niño. Más tarde, en algún momento, me llamó babyface. Creo que Babyface era un rapero. Y que los cara-de-niños son unos bichos. También me preguntó si tenía algo de francés, cuando me vio, dijo, creyó que era francés. Lo cual, como sabe cualquier persona que me conoce, es simplemente ridículo.
Hooters es ridículo.
Nací un dos de abril de mil novescientos ochenta y dos. Lo cual significa que fui concebido en septiembre de mil novescientos ochenta y uno (soy sietemesino). Me pregunto si mis padres decidieron tenerme. Es decir: sé que decidieron conservarme, pero ignoro si decidieron: En esta ocasión tendremos un niño. Quise hablarahora sobre esto porque creo que ya es tiempo de que conozcan mis orígenes ad Ovom pero también porque sé que a nadie le gustan los relatos que comienzan por el principio.
Ahora lo saben.

2 comments:

Anonymous said...

empezando x el final: tengo bichos, creo. Nada grave pero si incómodo.

Anonymous said...

empezando x el final: tengo bichos, creo. Nada grave pero si incómodo.