No fue hasta ahora que decidí leer algo de Rilke. Descubrí que, como Musil, estudió en la Mährisch-Weisskirchen, lugar donde ocurre lo que ocurre en Las tribulaciones del joven Törless. Quien me conozca, sabrá que esto significa algo para mí. No había leído a Rilke aunque tenía ganas en gran parte por culpa de Igby goes down, uno de mis múltiples héroes morales. Sé que esto es una razón boba. Lo tuve que leer, al fin, por las clases de la prepa. Y anoche, en la Casa del Refugio del Poeta, la copia que leí de Cartas a un joven poeta se me cayó al retrete. Por un momento, abrumado por el asco, consideré dejarlo ahí. Observé por unos segundos cómo se hundía. Y después recordé que debía regresarlo hoy a la biblioteca de la universidad. Aún está húmedo.
Wednesday, February 08, 2006
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3 comments:
Por favor no lo regreses.
Demasiado tarde.
aaaaajajajajaja....
que bueno que no fue uno de la ibero
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