Wednesday, July 11, 2007

Casi una actualización al día, por inercia

Un tipo de parálisis me ataca. No es física, obviamente. Puedo verme a mí mismo mover mis manos, caminar de una habitación a otra, encender y apagar el televisor, desplazar los ojos sobre un libro que no se deja terminar de leer --maldito Salinger. Y a la vez, algo está de algún modo completamente inmóvil y congelado en mi interior. Algo que no es, tampoco, mi mente (a menudo me sorprendo teniendo pensamientos de todo tipo, ideas que podrían ser o no geniales pero que de todas formas, como ya es costumbre, se marchitan un poco porque o no las llevo a término o sencillamente las olvido). Francamente no sé qué sea. Pero es un tipo de incapacidad. No siento entusiasmo ni ganas. Esto, usualmente me parece una virtud, pero sólo cuando ya tengo el motor que me mueve a hacer ciertas cosas. Que sigo haciendo, extrañamente. Pero sin, ¿vida?
Así que mientras tomo prestado un poco del impulso que los demás tienen. Hace poco, por ejemplo, un amigo me mandó un video (o la dirección de You Tube) en el que John Cage participa en un show de televisión llamado "I've got a secret". Después de eso hablamos, por messenger (olvido la última vez que hablé por teléfono sobre algo así) sobre si era justo o no burlarnos de las personas que se reían de Cage en el show con su composición. Es decir, si uno estuviera ahí, presente, ¿se reiría también? Creo que tienen que ver el video para saber de lo que hablo. Pero la pregunta me recordó un problema que Adriana Degetau me había planteado, ¡cuando estudiábamos secundaria! De si uno podría reconocer hoy a Jesucristo o si nos comportaríamos como fariseos. O una variación de la pregunta: si uno podría reconocer la obra de un artista fuera de contextos artísticos o de instituciones que los avalen. En fin. Lugares comúnes. Ideas a cuyo tren de avance me apego, cuando me siento aquí, en mi casa, inmóvil.

2 comments:

Roberto Rivadeneyra said...

No parece que haya algo inmóvil, más bien sería desordenado.

Excelente pregunta. ¿Hasta dónde debe llegar el escepticismo? ¿Cuál es el sano equilibrio de dudar?

Guillermo Núñez said...

Roberto, no sé si sea escepticismo, sino el estado del arte hoy. Cosa que creo cada vez más es una pregunta que en unos años a nadie le va a interesar --digo, lleva más de un siglo la preguntita. ¿Qué es lo que hace que algo sea arte?, etcétera. En fin Chunga, te cuidas.