Tuesday, August 21, 2007

Umbrales

Esta es la imagen que pretendía encontrar en la red para subir en la actualización anterior pero que tuve, al final, que escanear de la página 194 de Everything that rises. Se trata de una estructura que se levantó, en 2000, en la costa de Weihai, en China, uno de los puertos que ha invertido más en atracciones turísticas en la región.
Cambiando ligeramente de tema, esta cosa, en mi cabeza, me lleva a esta otra imagen, de la película de Aranofsky.

Misma imagen que, con la misma actriz, aparece al final de Dark City, de 1998 --una mujer que mira hacia el horizonte desde el último punto sólido de su mundo más conocido e inmediato. Esto, por supuesto, no es ninguna casualidad. Ni que a uno le recuerde ese umbral tan famoso plasmado por Dalí, en distintas versiones. Los frontispicios, arcos y ventanas que se abren hacia otros lugares es una de las imágenes más convencionales e icónicas que nos ha legado el romanticismo. Por un lado, tenemos esa manera en que, desde el romanticismo, se pretende meter en un cuadro una imagen que, por estática, impresiona: sin marco poco de esto sería interesante. Es decir, sin la capacidad de contener el gran poder del infinito en un momento. Pero aún con más fuerza llega esta idea: La oscuridad que aguarda en la noche detrás de las puertas, creo, detona algo en nuestro interior. El portal que debemos traspasar para acceder a esas dimensiones poco conocidas. Creo que la culpa de que en este momento esté pensando en esto, y en estos términos, la tiene David, quien subió hace poco esto a su más o menos recién estrenada bitácora electrónica. Los balcones también detonan recuerdos, detonan imaginación. Precisamente, apenas días atrás terminé de escribir el borrador de una historia con tintes más o menos fantásticos. El detonador de esa historia fue, precisamente, algo que vi que sucedió en el balcón del departamento de David --detrás del cual, debo añadir, se encuentra un estacionamiento que a altas horas de la noche permanece solitario, esperando ahí, en la noche oscura, detonar todo tipo de elucubraciones que giran en torno a lo siniestro, umheimlich o eerie. Ay, el romanticismo aún tiene su fuerza. Este es el poster, por cierto, de Dak city.

4 comments:

Tormentas said...

para qué la escanaste, estaba aquí

http://bp0.blogger.com/_zaRfC6akI5M/RstdoMfv3pI/AAAAAAAAAOI/wOhwx71KT3Q/s1600-h/frame.jpg

*cejas*

Guillermo Núñez said...

Cejas a tus cejas.

Juan Manuel Escamilla said...

¡Hey! ¿Qué hay del lugar común del balcón de Julieta? ¿Y el balcón hacia el que un poeta-hueva recita a Zorrilla -"¿No es verdad, paloma mía, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor?"?
(cito de memoria, probabilísimamente no sea literal)

Tormentas said...

escamilla, crees que sabes mucho de palomas?