Hace cerca de un mes, si recuerdo bien, publiqué este texto en el semanario Frente. Lo cuelgo acá por el puro gusto.
«¿Soy pulpo?», gemía Burroughs, «al tiempo que se iba abriendo paso a través de océanos de páginas dactilografiadas, con todos los tentáculos agitándose en la atmósfera submarina», de acuerdo con Boris Gysin. Lo cito del catálogo de la exposición Poulé! (literalmente, “¡Gallina!”, si bien fonéticamente evoca el grito que realizan quienes practican el tiro al plato), curada por Michel Blancsubé y que continuará exhibiéndose hasta el próximo 14 de septiembre de 2012, en la Colección Jumex.
La cita de Burroughs preguntándose si es o no un pulpo (no lo era) es una bella imagen sobre las problemáticas que supuso el trabajo de composición de El almuerzo desnudo, su novela fragmentaria de 1959, originalmente pronunciada, según Gysin, «alrededor de la recámara herméticamente cerrada» donde «flotaban manuscritos de El almuerzo desnudo de todas edades y condiciones». La cita, a su vez, fue tomada por Blancsubé de una cita realizada en otro catálogo, a saber, el de la exposición Poésure et Peintrie, en el Museo de Marsella, de 1993. No es la única cita que Blancsubé reproduce, también retoma fragmentos previamente citados por Luis Felipe Ortega (de su Seminario de Investigación sobre la Universidad Desconocida, departamento de Humanidades, Informe para una academia, una coedición de LAST y la Galería Désiré Saint-Phalle, como puede leerse en las citas a pie de “Poule!”, en la página 11 del catálogo).
Estas digresiones y apropiaciones, realizadas aparentemente sin ton ni son (passer du coq à l'âne, es la frase hecha francesa) son precisamente las que le dan sentido al formato del catálogo. Lo apuntó Óscar Benassini el pasado 21 de abril (durante la presentación del catálogo, en conversación con Blancusbé, Fernando Espinosa, Patrick Charpenel y Santiago Borja, en el marco de la pasada Zona Maco), este catálogo no es un catálogo, al menos no como se les conocen normalmente; es, de hecho, “la exposición curada por Blancsubé reordenada para crear una revista”. En efecto, el catálogo viene presentado como un legajo de páginas que, al parecer, podría publicarse periódicamente; es decir, parece una revista -que evoca en su diseño, no casualmente, a Life. Tiene, de acuerdo a sus páginas legales, un tiraje de 2,000 ejemplares y una serie de textos –en castellano e inglés- a cargo del propio Blancsubé, pero también de Dan Graham, Daniel Guzmán, Franck Leibovici, Guillermo Santamarina, Gilles A. Tiberghien y Patrick Charpenel, quien en su “Ir del gallo al asno” explica que el modo en que la exposición Poulé! fue compuesta (a través de una serie de asociaciones formales), recuerda «las formas semi-azarosas con que se crea una revista o un periódico: a pesar de tener una estructura fija, los contenidos editoriales se definen en función de las novedades y temas de interés».
Obviamente, la exposición Poulé! es la que brinda los contenidos de la publicación, pero ello no impide que en la portada de la revista-catálogo se enumeren los “temas” del “número”, a saber
anónimos, calamares, cigarros, desaparecidos, famosos, fotografía, fugas, moda… El contenido de la publicación (que, debe decirse, como catálogo no funciona, lo cual no es necesariamente una crítica –es decir, no es un libro que meramente registre una exposición; al contrario, este libro, que parece una revista, invita más bien a ser leído y hojeado pausadamente, en fin, como se leen las revistas; pero, a la vez, es una publicación tan bien cuidada que uno teme darle el trato que se les da a revistas periódicas –pues, caray, finalmente es el catálogo de la exposición; es una tensión curiosa y bien lograda), el contenido, decía, no sólo son reproducciones de las obras que se presentaron en la exposición, sino textos que reflexionan sobre la misma naturaleza del catálogo-revista, textos sobre arte contemporáneo (“Rock mi religión” de Dan Graham), así como ilustraciones de François Olislaeger o el cómic “The Inky Depths” de Jim Shaw, que retoma el tópico del tentáculo y la meta-referencia. Nunca antes había leído de cabo a rabo el catálogo de una exposición. Pero esto no es un catálogo. Es, o sería, una excelente publicación, dado el caso. En fin: que todo esto es muy interesante.
Poulé!, 20 de abril de 2012, Fundación/Colección Jumex, México
«¿Soy pulpo?», gemía Burroughs, «al tiempo que se iba abriendo paso a través de océanos de páginas dactilografiadas, con todos los tentáculos agitándose en la atmósfera submarina», de acuerdo con Boris Gysin. Lo cito del catálogo de la exposición Poulé! (literalmente, “¡Gallina!”, si bien fonéticamente evoca el grito que realizan quienes practican el tiro al plato), curada por Michel Blancsubé y que continuará exhibiéndose hasta el próximo 14 de septiembre de 2012, en la Colección Jumex.
La cita de Burroughs preguntándose si es o no un pulpo (no lo era) es una bella imagen sobre las problemáticas que supuso el trabajo de composición de El almuerzo desnudo, su novela fragmentaria de 1959, originalmente pronunciada, según Gysin, «alrededor de la recámara herméticamente cerrada» donde «flotaban manuscritos de El almuerzo desnudo de todas edades y condiciones». La cita, a su vez, fue tomada por Blancsubé de una cita realizada en otro catálogo, a saber, el de la exposición Poésure et Peintrie, en el Museo de Marsella, de 1993. No es la única cita que Blancsubé reproduce, también retoma fragmentos previamente citados por Luis Felipe Ortega (de su Seminario de Investigación sobre la Universidad Desconocida, departamento de Humanidades, Informe para una academia, una coedición de LAST y la Galería Désiré Saint-Phalle, como puede leerse en las citas a pie de “Poule!”, en la página 11 del catálogo).
Estas digresiones y apropiaciones, realizadas aparentemente sin ton ni son (passer du coq à l'âne, es la frase hecha francesa) son precisamente las que le dan sentido al formato del catálogo. Lo apuntó Óscar Benassini el pasado 21 de abril (durante la presentación del catálogo, en conversación con Blancusbé, Fernando Espinosa, Patrick Charpenel y Santiago Borja, en el marco de la pasada Zona Maco), este catálogo no es un catálogo, al menos no como se les conocen normalmente; es, de hecho, “la exposición curada por Blancsubé reordenada para crear una revista”. En efecto, el catálogo viene presentado como un legajo de páginas que, al parecer, podría publicarse periódicamente; es decir, parece una revista -que evoca en su diseño, no casualmente, a Life. Tiene, de acuerdo a sus páginas legales, un tiraje de 2,000 ejemplares y una serie de textos –en castellano e inglés- a cargo del propio Blancsubé, pero también de Dan Graham, Daniel Guzmán, Franck Leibovici, Guillermo Santamarina, Gilles A. Tiberghien y Patrick Charpenel, quien en su “Ir del gallo al asno” explica que el modo en que la exposición Poulé! fue compuesta (a través de una serie de asociaciones formales), recuerda «las formas semi-azarosas con que se crea una revista o un periódico: a pesar de tener una estructura fija, los contenidos editoriales se definen en función de las novedades y temas de interés».
Obviamente, la exposición Poulé! es la que brinda los contenidos de la publicación, pero ello no impide que en la portada de la revista-catálogo se enumeren los “temas” del “número”, a saber
anónimos, calamares, cigarros, desaparecidos, famosos, fotografía, fugas, moda… El contenido de la publicación (que, debe decirse, como catálogo no funciona, lo cual no es necesariamente una crítica –es decir, no es un libro que meramente registre una exposición; al contrario, este libro, que parece una revista, invita más bien a ser leído y hojeado pausadamente, en fin, como se leen las revistas; pero, a la vez, es una publicación tan bien cuidada que uno teme darle el trato que se les da a revistas periódicas –pues, caray, finalmente es el catálogo de la exposición; es una tensión curiosa y bien lograda), el contenido, decía, no sólo son reproducciones de las obras que se presentaron en la exposición, sino textos que reflexionan sobre la misma naturaleza del catálogo-revista, textos sobre arte contemporáneo (“Rock mi religión” de Dan Graham), así como ilustraciones de François Olislaeger o el cómic “The Inky Depths” de Jim Shaw, que retoma el tópico del tentáculo y la meta-referencia. Nunca antes había leído de cabo a rabo el catálogo de una exposición. Pero esto no es un catálogo. Es, o sería, una excelente publicación, dado el caso. En fin: que todo esto es muy interesante.
Poulé!, 20 de abril de 2012, Fundación/Colección Jumex, México
1 comment:
Muy buena entrada, Llermis. Sólo un comentario: "poule" (gallina) no lleva acento y se pronuncia "pul". "Poulé", como tu lo pones, recuerda en su pronunciación a "poulet", que significa pollo. Aunque podríamos decir que ser un pollo o una gallina es casi lo mismo.
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