Rockearemos. Rockearemos juntos. Rockearemos el jueves por la noche, con Nine Inch Nails. Tendremos la intención de hacerlo. Rockearemos en nuestra intensión intensamente; rockearemos el viernes con porter en el Bull. No escucharemos Bright Eyes, no. Bright Eyes está muy bien cuando quieres tocar fondo, cuando llueve y tienes agua en los calcetines o cuando recién atropellaron a tu perra o cuando tus amigos se van del país o cuando alguien tuvo la excelente idea de quemar tus libros, golpearte en la cabeza y escupirte en un ojo; pero no ahora. Ahora escucharemos a Café Tacuba, el sábado, y seremos un solo ente que brinca y se mueve, porque está vivo y es duro, duro y puro como el cuarzo, como mi alma, como la velocidad del tranco de un perro rabioso. Rockearemos hasta el lunes por la noche, rockearemos en la regadera y salpicaremos con sudor parabrisas y romperemos quijadas y brincaremos maldita sí, sí, sí. Y habrá amor. Y habrá carne. Y habra Rock and Roll. Habrá Bolaño, carajo. Habrá Eggers. Habrá Beckett. Habrá alegría en formas concretas, formas redondas y torneadas, enfundadas en suave mezclilla y duros cartílagos; habrá alegría en forma de cerveza y tequila, de pizza caliente quemándote las encías.
Y ay, se acabará. Y escucharemos Bright Eyes.
No comments:
Post a Comment