Me gustaría tener fans. En lugar de eso, tengo amigos críticos --y según acabo de constatar, durante una brevísima pausa, cerilla en el oído.
Esto es así:
Estoy en la biblioteca de la Universidad Panamericana, donde el aire no es pesado, cálido ni pegajoso, sino artificial, fresco y lleno de gérmenes. Ahora, en este momento, he decidido que siempre es mejor estar un poco friolento y enfermizo que sudoroso y apestoso --además, también he decidido, preocuparse por la cantidad de gérmenes y esporas que se encuentran circulando en el aire acondicionado de la biblioteca, es un poco de maricas.
Y yo no soy marica, oh no. Yo soy un joven nuevo y duro, el tipo de jóvenes que no bailan en las bodas y que leen a escondidas y escriben poesía a mano y en cuaderno que no le enseñarán a nadie jamás. No. A nadie. Ni a ti. El tipo de personas que le aseguran a su jefe que trabajarán en ese maldito texto sobre la metáfora aristotélica pero en lugar de eso --porque es dueño de su destino y porque hace con su vida lo que se le hincha-- se dedica a escribir sobre los fans que le gustaría tener.
Así que le mando la novela que estoy escribiendo a distintos amigos. Uno de ellos me hace comentarios puntuales y útiles, otro no lo ha leído, otra amiga no me ha dicho nada al respecto y hoy, otra de ellas, finalmente, me dice: "Ya voy en la página seis".
"¿En la página seis? ¿De qué?", pregunto, como si no supiera.
"De tu novela", me dice.
"Ah, sí, eso", digo, tan alieando y extranjero como puedo.
"..."
"¿Y qué tal? ¿Te está encantando? ¿Verdad que es buenísima?", pregunto. Con ese tonito. Ese tonito que dice que digo estas cosas en broma.
"¡Sí, buenísima! ¡Soy fan!".
Ah, fans.
5 comments:
Tú piensas que no, pero siempre se encuentra ese cuadernito gastado lleno de poesía desgarradora. ¿Qué si murieras hoy mismo, y para aliviar la pena se preparara una lectura pública de tu cuaderno? Quémalo todo.
También tengo ese temor de que alguien lea sobre mi hombro.
Es broma. En realidad no tengo cuadernito de poesía.
Dice es eso porque tienes miedo de que lo descubran ¿verdad? No te hagas todos como "el usuario anónimo" tenemos en el fondo un cuadernito. Jaja.. "à oeuf!"
prometo ponerme a leerla el fin de semana... jejeje.
Hola Rodrigo, veo que sigues aprendiendo francés.
Memo, la gente sí encuentra ese tipo de cuadernillos, o lo que es peor, los encuentra uno mismo muchos años después, cuando al leerlo te avergüenzas de lo que alguna vez pensaste o peor aun, escribiste.
Memo, yo sí soy tu fan. ¿Cuando me prestas tu novela?
Les mando un saludo a los dos.
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