Hoy inyectaron a Refu porque desde hace tiempo una pequeña infección le ha llenado el hocico de granos. Cuando nadie me ve, le doy besos en la boca a Refu. Permito que me lama y la lamo a cambio. Sin embargo, a mí no me ha pasado ninguna infección. Lo lógico sería pensar que yo le he pasado la infección; pero la verdad es que he estado mintiendo. En esto, más o menos, estaba pensando mientras calentaba un trozo de pizza y observaba a Refu a través de la puerta de la cocina. Siempre que hay pizza en casa Refu aparece a través de la puerta y me observa como el perro de La cosa, completamente inmóvil, como si supiera algo, como si un ser vivo, extraterrestre y hostil viviera en su interior.
A veces, cuando pido una pizza demasiado grande y estoy solo en casa y tiro los trozos que no me comí pues calentarlos después, para cenar o desayunar, me da flojera; cuando pasan estas cosas, decía, Refu quita la tapa del basurero, abre la caja y se da un pequeño festín. Es muy hábil mi perra. Tal vez no debería comer pizza, tal vez le haga daño, pero lo hace y ya no puede parar. Discutí al respecto con Sandra, la chica que nos ayuda en la casa a cambio de un pequeño, pequeñísimo sueldo --sin prestaciones, pero con techo y comida-- y a Sandra le dio mucha risa. No sé por qué.
6 comments:
es pecado tirar la pizza
refu debedejar de lamerse el trasero... por dios!
no se ke es peor... lo de besar a tu perra (pobre perra la neta, deberian de llamar a sociedad protectora de animales) o el hecho de ke tengas el mal tino de pedir pizza y desperdiciarla por hueva y luego admitir ke malpagas a tu ayuda domestica...
ya se... lo peor de todo el el tono pseudo nostalgico con el ke kieres describir una situacion obscenamente intrascendente (como tu) get a life!!!
avisame si empiezas a tener granos en la boca.
o cosas peores
de algún modo y tras un complejo proceso, cual boomerang esas pizzas de la basura vuelven a tus labios
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