Tuesday, February 28, 2006

U.P.

La Universidad de los Payasos aceptaba estudiantes de todo el mundo y todo el que entrara, después de un riguroso proceso de selección, se sentía muy orgulloso de ser parte de esta buena y agradable institución. Podríamos usar aquí la expresión "los estudiantes de la Universidad de los Payasos se ponían, pues, la camiseta", pero en realidad no se ponían la camiseta sino los grandes zapatos de payaso, las largas o chatas narices rojas, el maquillaje, los pantalones bombachos y de cuadros y, de vez en cuando, algunos tirantes.
Se trataba de un grupo de buenos payasos. Algunos más talentosos que otros, pero en general eran buenos payasos. Con esto no queremos decir que fueran especialmente graciosos o diestros en el arte del malabarismo. Pocos eran guapos. Y los que lo eran, pronto abandonaban sus estudios de comedia para dedicarse al trapecismo. Oh, qué bellos trapecistas, se veían tan atractivos en sus mayones con lentejuales. Los payasos, por su parte, eran bondadosos. Les encataba esta cualidad suya, se regodeaban en su superioridad moral. Buenos, agradables, fieles payasos. Ahora, para comprender un poco mejor sobre su carácter: De entre las anécdotas favoritas de estos payasos, se encontraba aquella que tanto le gustaba contar a Kierkegaard. Una aldea arde. Todo mundo está ocupado en apagar el fuego. Así que mandan al único inútil del pueblo que no puede hacer nada realmente contra este fuego para que pida ayuda en la aldea vecina. El payaso, orgulloso y decidido a llevar a cabo esta misión, corre al pueblo vecino, grita por ayuda, les implora que lleven sus cubetas de agua, sus bomberos, ¡ayuda!, pero oh desgracia, todos creen que se trata de una broma. Que se trata, en fin, de un payaso que grita. El fuego no se detiene. Al contrario, se propaga.
Ambas aldeas se reducen a cenizas.

Sunday, February 26, 2006

Ningún hombre es una isla.

Es un poco complicado, trataré de aclararlo. En ocasiones, las personas me contactan. Personas distintas a ti querido lector, personas que no me conocen. No sé de dónde vienen estas personas, pero también sé que no debería sorprenderme y que debería ser mejor, ser amable, un buen tipo.
En este fin de semana me contactaron al menos dos personas de este tipo. Una de estas bellas almas lo hizo a través del correo electrónico. Había leído, me informó, el único texto que me han publicado las agradables personas de La tempestad. Y me dio la dirección de su bitácora electrónica. Y vi que ahí había una fotografía de una parte de mi texto, donde yo tuve la no muy sensata idea de transcribir una parte de una canción de los Flaming Lips. El segundo nombre de esta persona es Mariella. Así que esa es una.
La otra persona fue un chico que dejó un comentario a una de estas actualizaciones y que usa el nombre de Aristóteles como identificación. Entiendo que lee con regularidad la bitácora de un amigo que se llama Alejandro y que le pareció sensacional un comentario de Adriana, una amiga de carne y hueso. Así que esa es otra.
¿Qué más? Sí. Sobre lo de Marat y Jack Nicholson. Bueno, este es un tema aparte pero quiero aclararlo. No, no vi esto en la bitácora electrónica de Enrique G. de la G. Ni siquiera sabía que Enrique G. de la G. tenía una bitácora. Hay muchas cosas que ignoro de Enrique, como su talla de zapato, que seguro es enorme. Es más, me atrevería a decir que Enrique es un misterio. También me atrevería a decir que Enrique, de lo poco que lo conozco, me cae bien, si estuviera con ganas de atreverme a decir cosas. Pero: al menos ahora sé que mi idea de enlazar las imágenes es doblemente corriente. Lo cual supongo se lo debo agradecer a Mariana Martínez, quien también tiene una bitácora y quien seguro también debe recibir comentarios de personas a quienes no conoce.
Yo no sé. Supongo que quiero decir algo con todo esto. En todo caso, debo pensarlo un poco más. Pero es una noche tan, pero tan agradable que me dan ganas de seguir escuchando a los Clap your hands and say yeah! (¡Gracias bombón!) y pensar en si es correcto o no llamar a mi novia bombón ante tantos anónimos testigos. Así que dejémoslo así.

Thursday, February 23, 2006

Nuevas pruebas de la existencia del mal.

1. Se enferma Mariana y la pasa mal. 2. Te duele el cuello desde hace una semana. 3. Refu, tu juguetona perra, te mancha el saco minutos antes de salir, ya retrasado, hacia la preparatoria donde das clases. 4. Le pegas a Refu y te ve con ojos de tristeza. 5. Te roban el espejo del auto. 6.6.6. Te violan en el Ajusco.

Mirada pícara y benévola

Ambos saben. Pero no nos adelantemos, guardemos las energías. Detengámonos, por lo mientras, en el mundo de abetos, cipreses, pájaros y pequeños perritos que rodean a los amantes recostados en el jardín. No gastemos las energías en la descripción de los besuqueos ni en considerar si esto es un plagio de Walser, sólo digamos que están ahí, los besuqueos, y que son bastantes y que la mirada de los amantes es tan benévola como pícara. Ella entonces dice: "Gordo". Y él dice: "¿Gordo?". Y ella, con insistente travesura, afirma, abriendo mucho los ojos: "Sí, ¡gordo!". Y ambos ríen. Entonces él dice: "Puchunguis". Y ella dice: "¿Puchunguis?". Y él dice: "¡Sí! ¡Puchunguis puchunguita!". Entonces ella, bastante segura de sí misma y ligeramente desesperada, dice: "¡Pero eso ni siquiera es una palabra!". Así que él piensa, pero no dice, "No, pero en todo caso es mejor que hija de tu puta madre".

Wednesday, February 22, 2006

Ama y haz lo que quieras.

Cada vez se me dificulta más escribir, es un peso con el que debo luchar. Es casi como si este jodido espacio me exigiera un estado de ánimo muy distinto al que he tenido en los pasados meses, un estado de ánimo peor y somnoliento, muy alejado a la idea de buena vida y felicidad con la que ahora me dirijo. Estos textos (y los detesto por esto) me pide a gritos alguans lágrimas. No. Es broma. Perdón. No los odio, vuelvan. Sé que no es eso lo que me piden, sé que sólo quieren cierto distanciamiento y lejanía, más silencio y menos risas, más juicios certeros y ojetes que se expresan en mi callada mente. Sólo es eso. Lo sé. También sé muy bien que al principio me había prometido no subir imágenes al blog. Sé que estoy transgrediendo algo con estas imágenes (pero son bellas, algunas de ellas, y curiosas, deberían reconocer esto). Frunzo el ceño mientras escribo esto.
Confesión: en más de una ocasión he fantaseado con la posibilidad de matar este blog. "Delete all posts", click here. Está ahí como una píldora de cianuro para un agente de la CIA capturado en los ochentas en Beirut. Está ahí como un abanico en un cuarto pestilente. Como un órgano abierto pidiendo ser llenado. Pero he decidido no llenar este órgano, he decidido no abanicar la peste y ser torturado. Me vale madres, que salga toda la mierda de dentro (¡Ah! ¡Ahí estás, perra!). Porque, jodida madre, por un lado estoy falseando mi diario personal, el íntimo, el que no muestro, y por otro este también comienza a joderse a sí mismo. Sin embargo, no seré descarnado. No tiene sentido pensar que los caballos ya no correrán por pastizales verdes. No tiene sentido pensar en cómo estos caballos serán masacrados y cortados en pedacitos para fabricar pegamento. Rezaré para que llueva. Aunque llueva una sangre roja, ardiente y envenenada.

Tuesday, February 21, 2006

Me duele

La cabeza.

El original.


Fue curioso. Esas cosas pasan. Etienne estaba hojeando la Historia del arte de Gombrich cuando se topó con la imagen de arriba, Marat asesinado. Tiempo después, le comenté a una amiga sobre esto, sobre cómo se parecía tanto a la escena de Mr. Schmidt. Entonces, emocionado, busqué las imágenes en Internet para hacer una especie de ensayo tipo Lawrence Wreschler. El único lugar donde pude toparme con la imagen del personaje de Nicholson emulando la pose de la pintura fue en otro blog que ya había hecho lo mismo.
Es triste.

Sunday, February 19, 2006

Fragmento de conversación con Héctor Zagal

Yo: Doctor, ¿qué tal su domingo?
Él: Fui al circo.
Una pausa.
Yo: ¿Y lo dejaron salir?
Él:...
Yo: ¿O fue a pedir trabajo?
Él: Más bien fui a pedir informes para un amigo que va a estar desempleado a partir de esta semana.
Yo:...

Dudosas noticias de mi cuerpo.

1. Tengo un nuevo lunar.
2. Tengo un dolor en el cuello que parece no se quitará nunca.

Fragmento de conversación con Rubén Bonet

Yo: Pero entonces, tú con tu vida, ¿crees que improvisas o tienes un plan? ¿O acaso--?
Él: Yo creo que tú deberías de dejar decir tantas pendejadas y ser más inteligente.
Una pausa.
Yo: Rubén, me has herido los sentimientos. Ahora iré a la playa y me desgarraré las vestiduras y lloraré y--
Él: Jódete.

Friday, February 17, 2006

Julián Etienne y yo.

Julián Etienne y yo coincidimos en que la nueva presentación de los Rancheritos es horrible pero que siguen igual de buenos. Sin embargo, según el ahora los mismos rancheritos han sido modificados, no sólo la bolista, y vienen más grandes lo cual, aparentemente, dificulta la manera en que se comen. No estoy de acuerdo.

Más sobre mi condición socioeconómica

Anoche descubrí algo. Cuando hablo de la casa de campo, lo hago de maneras distintas dependiendo del público. Por ejemplo, si estoy contando la genial anécdota, aunque de difícil apreciación, sobre el origen de El Inquilino o del porqué se bautizó así (al menos, una de sus versiones), cuando menciono "la casa de campo", a veces, si estoy con amigos, digo, "en Valle", si estoy con personas a las que quiero impresionar por mi conciencia sobre mi clase digo "la casa que tienen mis padres en Valle de Bravo", como si esto me ayudara a distanciarme. Es curioso.

Sunday, February 12, 2006

Kimono

Por lo general, antes de ponerme a escribir,
me enfundo primero una bata de prosas breves.
Robert Walser.
El otro día vi a Hugh Hefner hablar en televisión. Le quité el sonido (era un programa sobre el lanzamiento de la revista Playboy en Argentina) y observé algo peculiar sobre este hombre, que siempre, enfundado en sus batas de seda, parece estar muy calmado. Es realmente impresionante la realeza que uno puede aparentar en pijama.
Ahora, como usualmente lo hago, estoy usando mi bata morada para escribir este texto. Está sucia (particularmente en el interior de los bolsillos, por razones que no explicaré ahora) y pesada, pero esto tal vez se deba a que me siento cansado. Nada que ver con los kimonos que nos prestaron el otro día, a Mariana y a mí. El suyo, debo decir, se veía mucho más cómodo que el mío (estaba bastante rugoso, como la bata que uso ahora), y ciertamente se le veía mejor. Pero en general así pasa con toda la ropa.
Usamos un kimono porque unos amigos de sus padres nos invitaron a cenar a su casa.
Me explico mejor: unas personas que conoce, una pareja de un austriaco y una señora claramente mexicana, nos invitaron a cenar a su casa, allá en Ciudad Satélite. A la cena también estaban invitadas algunas personas de una embajada. La señora creyó que a Mariana le interesaría, pensando que estudió relaciones internacionales. Las personas de la embajada a las que invitó a cenar aquella noche no eran de la embajada japonesa, quiero aclarar esto, sino de la austriaca. También asistió una italiana. Y dos artistas plásticos. A uno de estos, una mujer, también le gusta Marcel Dzama, como a mí. Creo que se entiende mejor todo.
Comimos sushi, tepanyaki, tomamos sake caliente y nos obligaron a comer sentados en el piso, descalzos. A veces era incómodo. Me quité la corbata. En general, fue divertido.

Thursday, February 09, 2006

Nuevas Noticias desde la Facultad de Filosofía

1. Alguien trajo deliciosas galletas de Gino's. Me comí dos.
2. La atractiva profesora de latín se cortó el pelo.
3. Aún me tiembla el ojo izquierdo.

Wednesday, February 08, 2006

Reiner Maria Rilke

No fue hasta ahora que decidí leer algo de Rilke. Descubrí que, como Musil, estudió en la Mährisch-Weisskirchen, lugar donde ocurre lo que ocurre en Las tribulaciones del joven Törless. Quien me conozca, sabrá que esto significa algo para mí. No había leído a Rilke aunque tenía ganas en gran parte por culpa de Igby goes down, uno de mis múltiples héroes morales. Sé que esto es una razón boba. Lo tuve que leer, al fin, por las clases de la prepa. Y anoche, en la Casa del Refugio del Poeta, la copia que leí de Cartas a un joven poeta se me cayó al retrete. Por un momento, abrumado por el asco, consideré dejarlo ahí. Observé por unos segundos cómo se hundía. Y después recordé que debía regresarlo hoy a la biblioteca de la universidad. Aún está húmedo.

Monday, February 06, 2006

¡Optimismo!

Hay una relación no muy clara pero casi palpable entre las películas de terror y el miedo a la invasión sobre propiedad privada. Esta idea es un poco boba, pero después de ver el remake de la película de Carpenter The fog, y recordar Poltergeist, The Amytiville Terror, Pet Cementary y otras, casi era una idea cartesiana. A mí me gustó The fog (confieso) porque, a su manera, es una película de zombies. Y me gustan las películas de zombies porque, a pesar del tono que tienen la mayoría, son bastante optimistas. Sí, The dawn of dead tiene un final real terrible y un peor final falso (hablo del remake, no he visto la versión original). Ambos son increíblemente deprimentes. A uno le dan ganas de salir llorando a la calle. Igual que 28 days later. Y The day of the dead. Y Land of the dead. Sin embargo, a su manera son bastante optimistas, y sigo en esto a Kubrick y sus palabras sobre The shining, su única película de terror, porque cualquier película o historia que postule la vida después de la muerte, es algo bastante sano. Creo que de todas las historias de zombies la que más me hace sentir bien, en este sentido, son los Evangelios.

Sunday, February 05, 2006

Perros pequeños.


Hace unos días terminé la novela de Houellebecq, la nueva, y pensé en perros pequeños, en las mascotas y en los agujeros emocionales que pueden llegar a llenar --pensé en aquellos amigos de mis padres que antes de adoptar vivieron mucho tiempo sólo con su perro, un perro pequeño, y lo mucho que lo querían (le lavaban los dientes, lo llevaban a todos lados). Después pensé en Refu y lo que significó en su momento y que no me atrevería a confesar a demasiadas personas. También pensé en la colonia Condesa y en la cantidad de perros que tiene, que seguramente es directamente proporcional a la cantidad de parejas que aún no tienen hijos pero anhelan ocuparse en algo. En otra novela de Houellebecq, creo que fue en Plataforma o tal vez lo mencione en su crónica sobre Lanzarote, o en sus ensayos (o tal vez sea una idea que aparezca en todos estos lugares) se habla, pues, de una isla, de un universo dominado por mujeres acompañadas sólo por perros pequeños. Mujeres, pues, con perrito. Esto significa algo para alguien y es muy cómico.

Autoretrato

Iba a subir un auretrato pero al final no pude. Intentaré hacerlo de otra forma: Hace como año y medio un electricista vino a la casa en la que vivo, la casa de mis padres, y cambió los interruptores y algo del cableado de la mayoría de los cuartos. Se estaban gastando. Ya saben, la materia. Antes de que esto sucediera el apagador del baño era el de arriba y el del vestidor el de abajo, pero ahora están invertidos. Aún no me acostumbro.

Friday, February 03, 2006

Plan de vida

Gente normal, gente que conozco, ha hecho su vida o planea más o menos hacerlo de esta forma: estudiar una carrera que le brinde oportunidades de trabajo redituable, hacer un postgrado para volverse más competente, buscar una pareja y casarse, una gran casa y habitarla, invertir algo de su dinero y disfrtarlo, comprar un auto y transportarse y un perro para que, finalmente, ya que su prole haya salido al mundo, esta persona pueda disfrutar de largos ratos frente a la televisión, a la vida contemplativa, a la lectura y a su perro.
Por mi parte decidí dedicarme, tal vez demasiado rápido, a la vida contemplativa y a comprarme el perro, antes que todo lo demás. Más o menos ha resultado bien, hasta ahora. Terrible será el día cuando llegue a viejo.

Thursday, February 02, 2006

Los vecinos

Los últimos vecinos en llegar a la privada en la que vivo con mi familia y Refu, han adquirido una nueva costumbre que no tenían en los primeros meses de su mudanza. Como estos vecinos también tienen un labrador chocolate, tenemos algunas cosas en común y de qué platicar. En ocasiones, Refu salía de la casa corriendo hasta llegar a la casa de los vecinos para visitar a Moca (que, francamente, es un gran nombre para un labrador choclate). Entonces, iba y se veían a través del enrejado y se olisqueaban y hablaban sobre política y la situación de Rwanda. Yo debía intervenir estos importantes debates para llevar a Refu de vuelta a la casa y de paso hablaba un poco con el papá de la familia, que es piloto, con el hijo adolescente, que es aletargado, con la señora de la casa, que es muy sonriente, o veía de reojo a la hija, quien nunca me dirige la palabra. Total, que la costumbre que han adquirido estos nuevos vecinos es la de sentarse a leer el periódico, o a fingir que leen el periódico, en el pequeño balcón que tienen en su casa. Se ven muy curiosos, como si desearan que hubiera un mar que pudieran ver, en un ambiente bastante mediterráneo, pero no hay nada ahí, sólo aslfato y a veces yo, caminando hacia la calle, en compañía de Refu.

Dónde conviven los filósofos

En los barcos, en los trenes, en el séptimo círculo del infierno (y en los otros seis), en la dirección de la facultad, alrededor de una cubeta de tamales de higiene cuestionable, en el cine, en cantinas y en las aulas, en parques, con sus perros; en general, en lugares donde no se vean obligados a hablar de filosofía, porque eso lo hacen a solas, con libros de filósofos ya bastante muertos; así que si conviven, los filósofos prefieren hablar de fútbol, de las preocupaciones de la boda, del niño que va a nacer, de que lloraron viendo tal película y de la tesis que deben entregar. También hablan de sexo. Y de santos. Y de restaurantes. Algunas veces no hablan, fuman y beben café o té, si es que están delicados del estómago; y en general se dan cuenta de que, si no fuera por aquella otra cosa que hacen a solas y que añoran constantemente, son increíblemente ordinarios.