Me acaban de pasar esto, a propósito de El pulpo (1973), de Roger Caillois:
"Caillois se entusiasma con la posibilidad de captar una mitología “en su estado incipiente”, fenómeno que rara vez ocurre. Después, dice, el triunfo del racionalismo, la ciencia y la técnica obligan a la mitología a nuevos medios de expresión (el psicoanálisis viene a subrayar el carácter “polifálico” del pulpo).
Pero como a Caillois le importa destacar la continuidad entre la materia y la imaginación, dice que la conversión del pulpo en monstruo, en Mal, en vehículo de la destrucción y la catástrofe, es un corolario de su morfología corporal: ni fauces, ni dientes ni garras, lo que asusta del pulpo es su succión, sus ojos patéticos, sus tentáculos y sus ventosas, la blandura de su abrazo lúbrico y, finalmente, su capacidad mimética".
Extrañamente, me lo pasaron no por las entradas anteriores sino porque a la hora de la comida Nicolás nos contaba de un sueño que había tenido de adolescente en el cual aparecía Camus. No, ni siquiera por eso. Estábamos hablando del Pulpo Ojete y de Paul, el otro pulpo. Es muy extraño, todo esto.
"Caillois se entusiasma con la posibilidad de captar una mitología “en su estado incipiente”, fenómeno que rara vez ocurre. Después, dice, el triunfo del racionalismo, la ciencia y la técnica obligan a la mitología a nuevos medios de expresión (el psicoanálisis viene a subrayar el carácter “polifálico” del pulpo).
Pero como a Caillois le importa destacar la continuidad entre la materia y la imaginación, dice que la conversión del pulpo en monstruo, en Mal, en vehículo de la destrucción y la catástrofe, es un corolario de su morfología corporal: ni fauces, ni dientes ni garras, lo que asusta del pulpo es su succión, sus ojos patéticos, sus tentáculos y sus ventosas, la blandura de su abrazo lúbrico y, finalmente, su capacidad mimética".
Extrañamente, me lo pasaron no por las entradas anteriores sino porque a la hora de la comida Nicolás nos contaba de un sueño que había tenido de adolescente en el cual aparecía Camus. No, ni siquiera por eso. Estábamos hablando del Pulpo Ojete y de Paul, el otro pulpo. Es muy extraño, todo esto.
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